El sismólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Jordi Díaz analiza los efectos de la gran explosión del volcán, cuyas ondas quedaron registradas en el sismómetro del Laboratorio Subterráneo de Canfranc, en Huesca.
El Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), ha certificado este sábado la finalización de la erupción volcánica de La Palma, que comenzó el pasado 19 de septiembre.
Los comités científico y director del Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) han dado por finalizada este sábado la erupción de Cumbre Vieja, la más larga de la historia en La Palma y la más destructiva del último siglo en Europa.
Desde comienzos de esta semana se ha constatado un descenso en la actividad del proceso eruptivo de La Palma. Los expertos piden mantener la prudencia y esperar unos días para confirmar el cese definitivo de la erupción.
El sistema de vigilancia europeo por satélite Copernicus ha confirmado el aumento en la superficie de la isla debido a la erupción volcánica. Pasados dos meses del inicio de la erupción, el tremor volcánico se mantiene estable, mientras que el aeropuerto de La Palma continúa cerrado debido a la emisión de ceniza.
El dióxido de azufre y la actividad sísmica en niveles intermedios muestran una tendencia a la baja de la actividad del volcán de La Palma, lo que puede indicar que la erupción está perdiendo fuerza. Aunque las últimas mediciones invitan a la esperanza, los expertos advierten que aún siguen siendo valores muy altos.
Los satélites Sentinel-5P y GHGSat han descubierto que dos vertederos próximos a la ciudad de Madrid emitieron conjuntamente 8.800 kg de metano por hora este verano. Con este potente gas de efecto invernadero se podría producir energía para los hogares.