Lo que comemos depende, en buena parte, de decisiones políticas. Esta es la conclusión a la que ha llegado un proyecto europeo de investigación que ha analizado más de 89.000 restos de animales, procedentes de más de 100 yacimientos arqueológicos, datados entre la Edad del Bronce y la Antigüedad tardía.
Los perros, protagonistas del #Cienciaalobestia, son capaces de reconocer su propio cuerpo como un obstáculo cuando este les dificulta para lograr determinadas tareas. Este hallazgo permite respaldar la idea de que poseen conciencia corporal.
Una trampa climática, así califican los científicos la exposición a la que se tienen que enfrentar distintas especies de aves que cambian su comportamiento y hábitat por el calentamiento global. Sin embargo, en la cuenca mediterránea, con más microclimas y microhábitats, este efecto no es tan claro.
Hace un millón de años especies ancestrales de mamut, predecesoras del lanudo y el colombino, habitaron Siberia. Hasta ahora se creía que en esa época solo vivía el de la estepa. Investigadores del Centro de Paleogenética en Estocolmo han dado con este hallazgo al secuenciar el ADN extraído de restos molares atrapados en el permafrost siberiano.
La secuenciación del genoma del pez pulmonado de Queensland, el más grande que se ha secuenciado hasta ahora, ha permitido arrojar luz sobre cómo se produjo la conquista del medio terrestre hace 420 millones de años. El análisis confirma, además, que estos peces pulmonados, considerados como fósiles vivientes, son los parientes más cercanos de los tetrápodos, grupo que incluye a anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
El ser humano ha introducido con su actividad especies que han provocado efectos nocivos en los ecosistemas naturales. En la Península, la especie Carpobrotus edulis está alterando las comunidades de invertebrados en las zonas de costa donde se ha generalizado su presencia.
Murciélagos, civetas y dromedarios han estado implicados en diferentes epidemias de coronavirus. Conejos, pangolines y erizos podrían convertirse en huéspedes de nuevos virus a largo plazo, según un modelo de machine-learning que valora en qué mamíferos sería más probable que el SARS-CoV-2 se recombine con otros. Los autores señalan que no quieren crear alerta sobre esos animales, “ya que la recombinación podría no ocurrir en ellos”.
Los árboles de especies diferentes suelen competir menos entre sí en la utilización de recursos en los bosques. Por eso, la diversidad en los bosques genera efectos beneficiosos en la estabilidad de su productividad ante cambios en el clima. Un equipo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid lo ha corroborado, aunque ante eventos climáticos extremos, como grandes sequías, no se observa esa mejoría.
Grandes simios, ratones, pájaros, peces, langostas, abejas y hormigas, protagonistas del #Cienciaalobestia, son algunos de los animales que toman medidas de distanciamiento entre individuos para prevenir la propagación de virus, bacterias, hongos y patógenos. Esas son las estrategias, muy parecidas a las humanas, que siguen muchos de ellos.
El aumento de las temperaturas y la reducción del nivel de precipitaciones en los últimos 25 años en la Reserva Biológica de Doñana han ido acompañados de un progresivo retraso en la época de celo de los ciervos, la conocida como berrea. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por varios centros españoles.