Investigadoras del Museo Nacional de Ciencias Naturales han comprobado gracias a un experimento en condiciones naturales que las aves son capaces de detectar las feromonas que emiten sus presas. El estudio demuestra por primera vez que las aves insectívoras utilizan el olfato para percibir las señales químicas que emiten sus presas y así localizarlas y cazarlas.
Los orígenes de la actividad artística se remontan a una antigüedad hasta ahora insospechada. Un equipo de científicos, entre ellos varios españoles, estudió la datación de pinturas rupestres en tres cuevas de Málaga, Cantabria y Cáceres. A partir de esas figuras se ha puesto fecha al arte más antiguo conocido, hace más de 64.000 años, y se ha determinado su autoría: es neandertal. Además, por otro estudio en una cueva de Cartagena sabemos que las conchas con pigmentos halladas en su interior también son de nuestros primos extintos.
Hasta la fecha, la cultura popular había tratado de dar una explicación al gran tamaño de la nariz de los monos narigudos. Ahora es el turno de la ciencia y un equipo internacional de investigadores ha concluido que el tamaño nasal tiene una relación directa con la elección sexual de las hembras y con el estatus del macho.
Dos estudios clínicos evalúan de manera sistemática la frecuencia y tipo de efectos adversos provocados por el benznidazol, el fármaco más utilizado para tratar el chagas. Los autores observaron efectos secundarios en 85 de los 99 participantes, con una media de tres reacciones adversas por paciente. El 90% de estas fueron leves o moderadas y aparecieron durante el primer mes de tratamiento.
Los vasos campaniformes son un tipo de cerámica que creó una cultura en la prehistoria europea. Los científicos llevan un siglo discutiendo si su uso en Europa occidental se extendió a través de prácticas sociales o por la migración de personas. Ahora un análisis del ADN de 400 esqueletos de aquella época revela que las dos hipótesis son acertadas: de Iberia al centro de Europa esta cerámica se difundió por intercambio cultural, pero a las islas británicas la llevaron los colonizadores desde el continente.
Caroline Mikkelsen junto a los miembros de la expedición en el monumento conmemorativo que construyeron. / Norwegian Polar Institute
Las arañas en Australia son uno de los animales más temidos sobre todo por las llamadas arañas de tela de embudo, capaces de matar a un humano en menos de media hora. Por las características de su veneno y la secuenciación de los genomas, un equipo de científicos ha descubierto que estas arañas, protagonistas de #Cienciaalobestia, y otro linaje de estos artrópodos al oeste del país están más emparentados de lo que se pensaba. Los resultados ayudarán a desarrollar nuevos antídotos más amplios e insecticidas.