Un equipo científico internacional con participación española ha detectado el ADN de una bacteria del género Mycoplasma en la sangre de dos especies de delfines que habitan los ríos y lagos de la selva amazónica. Hasta ahora, estas bacterias solo se conocían en especies terrestres, en las que puede causar anemia, fiebre y hasta la muerte.
Este hallazgo es la primera evidencia de memoria sobre acciones propias en aves. El estudio, que lidera el Instituto Max Planck de Inteligencia Biológica, lo han realizado sobre guacamayos barba azul, protagonistas de #Cienciaalobestia.
Estos agentes infecciosos microscópicos son los más numerosos de la Tierra. Se conocen miles de ellos, pero hay millones por descubrir. Un nuevo estudio científico determina que aquellos que tienen una cubierta exterior lipídica son capaces de infectar a múltiples especies y presentan mayor riesgo.
Esta especie de insecto invasor, protagonista de #Cienciaalobestia, causa graves estragos en los ecosistemas y cultivos de todo el mundo. Una investigación de la Universidad de California (EE UU) asegura que cuando están famélicas son más cautelosas, no menos, al buscar alimento. Este comportamiento les podría suponer una ventaja frente a otros competidores.
Un nuevo estudio de investigadores de España y EE UU sugiere que el fósil de Girona podría ser el resto óseo más antiguo en Europa atribuido a un humano anatómicamente moderno. La hipótesis tendrá que confirmarse con estudios genéticos.
El anterior registro era de un millón de años de antigüedad y se extrajo de un hueso de un mamut. Este nuevo hallazgo, recogido en sedimentos de la Edad de Hielo en el norte de Groenlandia, abre un nuevo capítulo en la historia de la evolución, según sus descubridores.
Estos majestuosos animales, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, son capaces de localizar a sus presas ocultas bajo 60 centímetros de nieve. Tienen una precisión asombrosa y en su cara ancha, en forma de disco, está la clave.
La presencia de numerosos yacimientos con restos de estos dinosaurios con púas y placas desde el cuello hasta el final de la cola, reafirma el importante papel de este grupo en los ecosistemas costeros de la península ibérica hace unos 150 millones de años.
Cuando esta región era 'polar', en ella habitaban unos animales marinos que eran de dos a tres veces más grandes que otros de su género actuales, que viven en Australia, Norteamérica o Europa. Este hecho apoya la teoría del 'gigantismo polar'.
Estos animales de combinaciones extremas y rasgos poco comunes, como el rabihorcado o fragata de la isla Navidad, la garza agamí o el zarapito de cerdas, protagonistas de #Cienciaalobestia están más expuestos a desaparecer.