Algunos animales cambian su dieta porque su hábitat se ha destruido o desertificado y ya no encuentran su comida habitual. Víctimas del cambio climático actual, estas especies están sufriendo la transformación de su entorno sin saberlo, y sobreviven a pesar de los cambios. Un ejemplo llamativo de ello son las lagartijas de las Islas Columbretes, únicas poblaciones de reptiles de Europa que consumen crustáceos y escorpiones.
Una de las posibles causas de la pérdida de memoria en las personas con alzhéimer está relacionada con ciertas proteínas. La tesis doctoral de la investigadora Naroa Anabitarte en la Universidad del País vasco (UPV/EHU) analiza la localización de las proteínas relacionadas con esta enfermedad.
La campaña de excavaciones del verano 2009 en la necrópolis vacceo-romana de Las Ruedas en Pintia, en Padilla de Duero (Peñafiel), ha permitido el hallazgo de 44 tumbas aisladas: once de las cuales corresponden a varones, nueve a mujeres, y el resto está a la espera de otros estudios. Dentro de las tumbas se han encontrado 545 objetos y 134 grupos de restos óseos de fauna.
La comunidad científica considera la explosión cambriana uno de los episodios más relevantes de la historia de la vida sobre la Tierra, con la aparición por primera vez en el registro fósil de la mayor parte de las divisiones de los animales. Pero las causas han sido objeto de debate durante décadas.Ahora una nueva teoría formula que el contenido oceánico de calcio, generado por la actividad volcánica, podría ser clave para entender la explosión de la vida en el Cámbrico.
En las Islas Columbretes los escorpiones se comen a las lagartijas y las lagartijas, a los escorpiones.
La revista Science publica esta semana el trabajo ganador del premio internacional de ciencia Eppendorf 2009 en Neurobiología. El estudio demuestra los mecanismos moleculares de la detección de olores por parte de los insectos, un hecho que podría tener aplicaciones en el control de enfermedades transmitidas por los insectos.
El seguimiento vía satélite ha permitido a un equipo de investigación revelar por primera vez los misterios de la ruta migratoria del halcón de Eleonora. En total, más de 9.500 kilómetros por el interior del continente africano desde las Islas Baleares y Columbretes hasta la isla de Madagascar. Entre otros secretos hasta ahora ocultos, los científicos han demostrado que estos halcones migran de día y de noche, y superan supuestas barreras ecológicas como el Desierto del Sahara.
La contaminación química y biológica y la disminución de alimento por la sobrepesca favorecen la dispersión de agentes infecciosos en el medio marino y aumentan su patogenicidad en algunas especies marinas, según alerta un estudio mundial realizado por científicos de once países. El estudio, publicado el mes de octubre en la revista Diseases of Aquatic Organisms, describe cómo este factor ha tenido un efecto significativo sobre varias especiales animales y, de un modo particular, sobre las poblaciones de cetáceos y otros mamíferos marinos.