Un gen maestro, denominado Neurogenina2, es capaz de reprogramar los astrocitos y convertirlos en neuronas. El descubrimiento abre la puerta a recuperar los circuitos sensoriales de la vista o el oído dañados en etapas tempranas de la vida.
Aunque los casos de trombosis se consideran muy poco frecuentes, la Agencia Europea del Medicamento ha advertido a los pacientes inmunizados con el suero de Oxford/AstraZeneca que vigilen su estado de salud durante las dos semanas posteriores a la inoculación para poder identificar los raros, pero posibles síntomas.
El regulador de medicamentos europeo aconseja registrar “estos inusuales casos de coágulos de sangre” junto con un descenso de plaquetas como un “efecto secundario muy raro”, pero mantiene que el riesgo-beneficio de la vacunación es favorable. Su objetivo ahora es completar la evidencia científica sobre esta asociación e identificar posibles grupos de riesgo.