Investigadores suecos han logrado fabricar bioelectrónica directamente en el cerebro, el corazón y en las aletas de peces cebra, así como en el sistema nervioso de sanguijuelas. Los autores señalan que el nuevo método allana el camino para la producción in vivo de circuitos electrónicos totalmente integrados en tejidos de seres vivos.
Un estudio filogenético comparativo arroja luz acerca de cómo estos dinosaurios evolucionaron hacia diferentes tamaños. En algunos de ellos, el crecimiento parecía no detenerse hasta estadios muy tardíos de la vida.