La inclusión de aceite de girasol y microalgas marinas en la dieta de las ovejas ha conseguido que se reduzcan los ácidos grasos saturados presentes en su nutritiva leche, así como que se potencien otros ácidos beneficiosos para la salud, como el linoleico conjugado. El estudio se ha realizado en el Instituto de Ganadería de Montaña (IGM) de León.