Investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) han desarrollado un detector de rayos cósmicos y lo han instalado en la base antártica Juan Carlos I. Este dispositivo, ya en funcionamiento, medirá con precisión electrones y muones (otro tipo de partícula elemental) para estudiar la actividad solar y las condiciones de la atmósfera terrestre.
El calentamiento global y la actividad humana están debilitando las barreras de aislamiento en la Antártida. Como consecuencia, varias especies invasoras las superan y llegan a territorios hasta ahora insospechados. Una de ellas es el llamado “mosquito sin alas”, cuyas densidades alcanzan los cientos de miles por metro cuadrado en la isla de Signy, lo que la convierte en una máquina transformadora del medio.
Las estimaciones realizadas para predecir la velocidad con la que los glaciares y los mantos de hielo de la Antártida y Groenlandia perderán masa son todavía inciertas, pese a los avances en tecnología. Así lo revela un estudio internacional en el que ha participado un investigador de la Universidad Politécnica de Madrid.
Un equipo internacional de científicos ha trabajado entre heces de animales en las duras condiciones de la Antártida. Su estudio revela que las excreciones nutren de nitrógeno los suelos de esta remota zona del planeta y los llenan de musgos, líquenes y pequeños invertebrados.
Los océanos polares albergan en sus profundidades enormes criaturas que en ninguna otra parte pueden alcanzar semejantes dimensiones. Para comprobar cómo lo logran, un equipo de científicos ha estudiado las arañas marinas gigantes de la Antártida, protagonistas de #Cienciaalobestia, cuyo tamaño crece a la vez que lo hacen los poros de sus patas, a través de las cuales respiran.
El rastro de los Reyes Magos se pierde antes de llegar al más remoto de los continentes, la Antártida. En este vasto desierto helado, con temperaturas que llegan a alcanzar los 90 grados bajo cero, solo unos pocos científicos pasan la Navidad trabajando. Tres de ellos nos cuentan cómo celebrarán estas fechas en medio de la nada.
La fauna de latitudes antárticas podría estar en peligro por los patógenos que dispersan los humanos en localidades y bases científicas del océano sur, según un estudio liderado por la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias.
Científicos catalanes han identificado una patología que afecta a la estrella de mar Odontaster validus, una de las especies más frecuentes en los fondos marinos antárticos. Esta enfermedad –la primera descrita en un equinodermo del medio marino antártico– ha llegado a perjudicar hasta el 10% de las poblaciones de esta especie, que es el depredador bentónico más importante de las comunidades costeras de Isla Decepción y de otras regiones marinas de latitudes antárticas.
La capa de hielo de la Antártida perdió alrededor de tres billones de toneladas entre 1992 y 2017, según un análisis de la revista Nature, que publica un total de cinco estudios esta semana sobre la evolución, estado actual y futuro de este continente. Este derretimiento se traduce en un aumento medio del nivel del mar de cerca de ocho milímetros. El proceso se ha acelerado en los últimos cinco años.