Un equipo internacional liderado por la Universidad de Estocolmo, y que cuenta con la participación de la científica española Laura Sánchez-García – actualmente en el Institut Català de Ciències del Clima (IC3) –, ha estudiado el incremento de temperaturas medias en el Ártico y sus consecuencias. Según sus conclusiones, la liberación de carbono ártico, causada por la degradación y erosión del deshielo, podría alcanzar una magnitud de 44 millones de toneladas al año, cantidad diez veces superior a lo que se estimaba anteriormente.
Población de cianobacterias (Anabaena spp. y Microcystis aeruginosa). Imagen: Y. Ouahid.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han comparado las emisiones de metano a escala mundial en estuarios, lagos, océanos, ríos y humedales. Según el estudio que publica Atmospheric Environment, la emisión de este gas de efecto invernadero alcanza máximos cuando aumenta la temperatura del suelo y disminuye el nivel de agua, aunque las condiciones locales también influyen.
De izquierda a derecha, Fernando González Taboada y Ricardo Anadón en el laboratorio. Foto: UCC+i FICYT
Representación de rango estacional, periodo de estratificación y días de máximas y mínimas estacionales. Imagen cedida por R. Anadón y F. G. Taboada
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publica un estudio que afirma la “extinción funcional” de Posidonia oceánica en el mar Mediterráneo a partir del 2050. La previsión de los investigadores se debe al calentamiento del agua superficial de las aguas.
Hasta ahora, la comunidad científica sospechaba que el aumento de los niveles de CO2 y el calentamiento global que puso fin a la Edad de Hielo (hace 10.000 años) estaban relacionados. Un nuevo estudio internacional, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de EE UU y publicado esta semana en la revista 'Nature', confirma esta relación causa-efecto.
Las emisiones globales de dióxido de carbono, principal responsable del calentamiento global, no sólo no han descendido, sino que pueden llegar a alcanzar niveles récord en 2010. Así lo confirma un estudio internacional dirigido por la Universidad de Exeter (Reino Unido), y que forma parte de la actualización del presupuesto anual del carbono del Proyecto Global del Carbono.
Investigadores suecos han analizado el efecto de la temperatura en el almacenamiento del carbono orgánico de los lagos boreales suecos y concluyen que el calentamiento global conllevará a una mayor mineralización y a una menor absorción del carbono orgánico en los lagos. El estudio, que se publica en el último número de la revista Nature, demuestra que para 2100 el almacenamiento de carbono orgánico descenderá una media anual de entre el 4 y el 27% si las temperaturas siguen aumentando.