Los fósiles hallados en el yacimiento de La Retama en Cuenca revelan que hace unos 16 millones de años vivió en esa zona un rumiante antiguo al que los científicos han denominado Xenokeryx amidalae –cuerno extraño de Amidala–, por su parecido con el peinado de la reina Amidala en la saga Star Wars. Según el estudio, la nueva especie, mezcla entre ciervo y jirafa, pertenecía a un grupo de ungulados que compartía un ancestro común con las jirafas.
Los niños de tres años controlan sus impulsos prácticamente de la misma forma que lo hacen los chimpancés, una situación que es distinta cuando los menores cumplen seis años, al registrar una mayor capacidad de autocontrol. Así lo revela un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. La enseñanza por parte de los adultos y la cultura humana podrían explicar este cambio evolutivo.
Están por todas partes y, sin embargo, los dinosaurios no nos dan miedo. Hace años que se sabe que no se extinguieron del todo, ya que las aves son un grupo de terópodos que sobrevivió a la crisis de hace 66 millones de años. La nueva producción de Pixar, que se estrena esta semana, imagina cómo habría sido el mundo si los dinosaurios –no aviarios– siguieran poblando la Tierra. Paleontólogos españoles reflexionan sobre esa hipótesis de ciencia ficción.
Los inviernos en la zona noreste de Siberia –Yakutia, considerada la región más fría del mundo– pueden alcanzar temperaturas inferiores a los -70 ºC. Pero a pesar de este clima extremo, los caballos yakutos, esenciales en la supervivencia del pueblo yakuto, se han adaptado en menos de 800 años al frío de Siberia siguiendo las migraciones de esta población humana.
El análisis de 230 muestras de genoma antiguo, entre ellas quince de Atapuerca, ha permitido identificar los genes humanos que cambiaron durante la revolución del Neolítico, con la transición de la caza a la agricultura. Se han detectado variaciones en 12 genes relacionadas con rasgos como el color de la piel y los ojos, la tolerancia a la lactosa, e incluso la menor estatura de los habitantes del sur.
Mediante imágenes de resonancia magnética, investigadores de EE UU han observado que la organización y el tamaño del cerebro en chimpancés depende más de los genes que en los humanos. El estudio da pistas para explicar la sorprendente capacidad de nuestra especie a la hora de adaptarse a distintos ambientes y culturas.
Los diez millones de años de historia evolutiva que un estudio científico atribuye al árbol del cacao pueden ser la respuesta a los problemas de la industria chocolatera que trabaja con una planta considerada poco diversa genéticamente y, por lo tanto, débil ante las plagas y el cambio climático. La nueva datación implica que América del Sur debe poseer poblaciones silvestres de cacaotero resistentes a enfermedades. Incluso puede que se encuentren nuevos sabores.
El vertedero de Can Mata en Cataluña sigue dando sorpresas. Allí se ha descubierto a Pliobates cataloniae, un nueva especie fósil de primate cuyo pequeño tamaño desconcierta a los paleobiólogos. Su hallazgo indica que el último ancestro común de los hominoideos actuales podría haber sido más pequeño de lo que se pensaba, y más similar a los gibones que a los grandes simios.
Un estudio liderado por Iñaki Ruiz Trillo, del Instituto de Biología Evolutiva, da pistas sobre cómo el ancestro unicelular de los animales C. fragrantissima, pariente vivo que tiene una fase del ciclo de vida con muchos núcleos dentro de la misma célula. Según los investigadores, este ancestro unicelular más cercano a los animales multicelulares ya tenía la capacidad de crear diferentes tipos de células.