Los moluscos bivalvos como ostras, vieiras o mejillones han filtrado el agua y alimentado a los humanos durante milenios. Un estudio, liderado por Instituto Smithsoniano de EE UU, explica que los rasgos que los han hecho atractivos para el ser humano también han reducido su riesgo de desaparición. Sin embargo, los científicos advierten que solo una gestión sostenible los preservará para las poblaciones futuras.
¿En qué se parece el cambio climático actual y el de hace 56 millones de años, descubierto por Ellen Thomas y su colega James Zachos? Tal y como documentaron estos científicos, aquel episodio fue ocasionado por grandes emisiones de CO2 a la atmósfera. Otra similitud es que se trató de un calentamiento global que produjo largos periodos de sequía, seguidos de fuertes lluvias e inundaciones. “Lo mismo que ocurre y nos toca padecer ahora en todo el mundo”, dice Thomas.
Las altas temperaturas y la ausencia de agua provocan una vegetación más seca y una disminución del alimento para estos animales. Las actuales condiciones climáticas reducen la reproducción y supervivencia de la especie, que se aleja del interior de las zonas urbanas.
El incendio sigue activo y en propagación, en especial en el sector sur, donde se concentran los trabajos, y en la Caldera de Taburiente, de difícil acceso, con alrededor de 200 hectáreas del parque ya afectadas. Preocupan los efectos que puedan tener las altas temperaturas previstas para hoy.
Un estudio liderado por el Instituto de Biología Evolutiva y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona recupera por primera vez el genoma de Xerces Blue, la primera mariposa en extinguirse en tiempos históricos. Los patrones genéticos encontrados podrían servir para identificar otros insectos en peligro de extinción.
Un estudio de la Estación Biológica de Doñana del CSIC determina que se necesitan 1.100 hembras reproductivas para garantizar la viabilidad genética de la especie, el triple del censo de 2022. Los científicos indican que será indispensable la expansión de las subpoblaciones existentes o la creación de nuevas poblaciones en áreas que muestren un alto potencial de crecimiento.
Un estudio internacional con participación española muestra que hay un 25 % menos de pájaros que hace 40 años en el continente europeo. Entre las causas figuran, también, el cambio climático y la urbanización. Los autores alertan sobre la necesidad de transformar las sociedades occidentales y llegar a acuerdos políticos internacionales.
La foca monje del Mediterráneo, el marrajo negro o la angula son algunos de los animales en peligro a los que está afectando la presencia de estas partículas contaminantes en los océanos. Los científicos alertan de su impacto en el medioambiente y se afanan en estudiar las consecuencias de estos tóxicos en la salud, también en humanos, por su lugar en lo alto de la cadena trófica.
Un grupo de especialistas en felinos evalúa la situación del felino en la Península, con el objetivo de establecer un plan de acción para su protección y conservación. En el norte y el noreste, la especie está aparentemente bien distribuida, mientras en el sur y el centro existe poca densidad, con una fragmentación extrema.