Los impactos ambientales generados por los servicios de guardería son relevantes y tienen un gran potencial de mejora, según un estudio del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals. Cada alumno de guardería consume cada día lectivo unos 5kWh de energía –electricidad y gas– y unos 67 litros de agua potable, y contribuye al calentamiento global con 420 kg equivalentes de CO2 cada curso.
La provincia de Ciudad Real posee uno de los espacios de la Red Natura 2000 que mejor concilian la conservación del medio ambiente con las actividades económicas sobre el medio natural. Se trata de la finca Las Ensanchas con más de 1.800 hectáreas donde habitan águilas imperiales ibéricas y otras especies de aves amenazadas. Aquí, se ha celebrado esta semana el Premio Natura 2000 entregado a SEO/Birdlife, la agencia EFE y Birdlife Europe.
Nuevas herramientas para evaluar el impacto de la minería sobre el medio ambiente acaban de ser publicadas por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid. Sus resultados permiten adoptar medidas mitigadoras según los requerimientos ambientales de cada momento.
Expertos de la Universidad Autónoma de Barcelona han conseguido caracterizar y cultivar por primera vez en Europa una bacteria que utiliza como fuente de energía compuestos organoclorados y es apta para eliminar la contaminación de acuíferos.
Esta mañana se han dado a conocer los galardonados con el I Premio de Periodismo Ambiental del País Vasco, entre los que figura la redactora de Sinc Eva Rodríguez Nieto, que ha obtenido uno de los accésits por un reportaje sobre la sobredosis de fármacos que sufren los animales salvajes. El periodista Francisco Góngora, de El Correo, ha obtenido el primer premio.
Un proyecto denominado Cleanleach, de depuración de aguas de riego de viveros, ha conseguido reducir el impacto ambiental de este sector reutilizando restos provenientes de la industria cervecera y de la construcción para generar plantas de forma más sostenible.
El próximo jueves, 29 de enero, está previsto el lanzamiento de SMAP, un satélite de la NASA que se dedicará, por primera vez y en exclusiva, a medir la humedad de la superficie de la Tierra. Los datos serán comparados con los que recoge sobre el terreno desde hace años una red de sensores ubicada en Zamora y puesta en marcha por investigadores de la Universidad de Salamanca.