La neurociencia cognitiva ha investigado mucho sobre emociones humanas, pero aún sabe poco sobre la vergüenza ajena. ¿Por qué lo pasamos fatal cuando vemos al compañero hablando con un trozo de lechuga en el diente sin darse cuenta? Estudios recientes demuestran que, ante alguien que pone en peligro su dignidad, se activan las mismas estructuras corticales que cuando sentimos compasión por el dolor del prójimo.
Después de colarse en los laboratorios más punteros del mundo durante su año en el MIT, Pere Estupinyà (Tortosa, 1974) decidió acotar su campo de investigación y dedicarse al sexo. Para escribir su libro S=ex2.La ciencia del sexo, ha visitado los centros donde los científicos exploran los recovecos de la sexualidad humana; incluso se ha prestado voluntario en experimentos y ha extendido su estudio de campo a clubes de sadomasoquismo, reuniones de asexuales y locales de swingers. Este fin de semana firmará ejemplares en la Feria del Libro de Madrid.
Las personas con un mayor cociente intelectual son más rápidas al detectar el movimiento de objetos pequeños, pero mucho peores cuando se trata de objetos de gran tamaño. La explicación está en que el cerebro suprime la información de fondo para centrarse en los detalles importantes.
Xurxo Mariño, doctor en biología por la Universidad de Santiago de Compostela y especialista en neurofisiología, es además un divulgador de primera. Con sus cafés-teatro científicos y su espectáculo Discurshow, lleva la ciencia donde está la gente. En su último libro Neurociencia para Julia cuenta los principios de esta ciencia para todos los públicos.
“Cuando haces pop, ya no hay stop”, pero ¿por qué? Comer patatas fritas activa los sistemas de recompensa y adicción en el cerebro, lo cual induce a tomar una tras otra sin parar. Científicos alemanes han observado esta reacción en ratas y han demostrado que esta adicción no puede estar causada solo por su alto contenido en grasas y carbohidratos, como se pensaba.
El consumo continuado de cocaína disminuye la actividad en la corteza prefrontal del cerebro, y esta relajación induce la búsqueda de la droga de manera compulsiva. Científicos de EE UU han comprobado que encender de nuevo estas neuronas previene el impulso de ir en busca de la droga, por lo que podría ser una prometedora forma de terapia contra la adicción.
La extendida creencia de que la dopamina regula el placer puede pasar a la historia ante los últimos avances científicos sobre la función que cumple este neurotransmisor y que demuestran que lo que regula es la motivación. Hace que los individuos se pongan en marcha y perseveren para conseguir algo, ya sea positivo o negativo. Expertos de la Universitat Jaume I de Castellón plantean un cambio de paradigma con importantes aplicaciones médicas.
Un estudio liderado por la Universidad Pablo de Olavide muestra que un patrón de actividad concreto de las neuronas produce la depresión de su actividad eléctrica y posiblemente su desaparición. La prestigiosa revista Neuron dedica su portada a esta investigación, realizada en colaboración con las universidades de Oxford y Cambridge.
Las elecciones en contextos de mucha incertidumbre dependen no solo de los estímulos sensoriales que los fundamentan, sino también de mecanismos internos del cerebro. Así lo afirma un estudio que rebate la teoría actual sobre el modo como actúa el cerebro cuando toma decisiones.