Un estudio, liderado por científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, demuestra cómo ciertas mutaciones en la proteína Tau aceleran la degeneración de una zona concreta del hipocampo y conlleva un aumento en la conducta depresiva de ratones. La especial sensibilidad a la expresión de esta proteína de algunas regiones del cerebro debe ser tenido en cuenta para la prevención y tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas.
Erwin Neher, premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1991, considera que en la próxima década se pueden producir avances en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el párkinson, que permitan desarrollar tratamientos para curar o al menos detener el avance de estas patologías. Así lo ha expresado hoy en Salamanca durante su visita al visita al Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl).
Los científicos ya saben cómo mejorar la memoria con fármacos inteligentes, cambiar de estado de ánimo aplicando una corriente sobre el cráneo y encender y apagar circuitos neuronales con rayos de luz. Hay quienes incluso están a favor de implantar electrodos y sensores directamente encima de la corteza cerebral para tratar dolencias. La ‘neurología cosmética’ no solo pretende curar cerebros enfermos, sino mejorar los sanos ‘a la carta’.
Especialistas del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) y el CIBER de Enfermedades Raras han demostrado que la ausencia de dos proteínas específicas altera el desarrollo del ojo, dando lugar a malformaciones oculares. Además, ambas proteínas parecen estar también relacionadas con la generación de depósitos de amiloide, característicos de la enfermedad de Alzheimer.
Es un sistema completo: procesa información, tiene una gran capacidad de almacenaje, requiere de un bajo consumo energético y es fácilmente movible, aunque su funcionamiento puede alterarse con ciertos 'virus'. No se trata de una nueva herramienta informática, sino del motor del cuerpo humano, el cerebro, un órgano cuya complejidad resulta uno de los grandes retos científicos a desvelar.
Desde ayudar a estimar y predecir la biomasa de la anchoa, construyendo modelos descriptivos mediante el análisis de datos, a establecer la ruta más eficiente a seguir por los camiones de basura de una ciudad. Con sede en la Facultad de Informática de la UPV/EHU, el Grupo de Sistemas Inteligentes trabaja en diversos proyectos relacionados con el uso y aplicación práctica de algoritmos.
Un grupo internacional de científicos ha compuesto varios atlas de las conexiones del cerebro en distintas etapas de la vida. Estas herramientas forman parte del proyecto CONNECT y serán una referencia para profesionales de la neurología y la medicina. En concreto, facilitarán las investigaciones dedicadas a comprender trastornos cerebrales como la esquizofrenia y el autismo. Se cree que los trastornos del desarrollo como el autismo son producto de conexiones anormales entre distintas regiones del cerebro.
Francisco Mora es doctor en Medicina por la Universidad de Granada y en Neurociencias por Universidad de Oxford, catedrático de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y de Fisiología Molecular y Biofísica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos. Ha escrito más de cuatrocientos trabajos y comunicaciones científicas en el campo de la neurobiología y cincuenta libros, entre ellos, el Diccionario de neurociencia y Neurocultura
El Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (CIMES), a través de su equipo de resonancia magnética, colabora desde 2008 con la empresa El Jardín de Junio en el registro de datos neuronales por medio de unas gafas que proyectan imágenes cerebrales.