La biodiversidad marina del Golfo de Cádiz y del Mar de Alborán muestra un preocupante declive durante las últimas tres décadas, según revela un estudio liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid. Los resultados, publicados en la revista Sustainability, muestran cómo los esfuerzos actuales no son suficientes para frenar las presiones antropogénicas que amenazan estos valiosos ecosistemas.
Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC ha desarrollado una metodología que permite estimar con precisión la difusión horizontal de las masas de agua en las diferentes regiones oceánicas. Esta herramienta ayudará a mejorar las predicciones climáticas, aseguran los autores.
Un estudio con participación española ha encontrado residuos plásticos en ecosistemas de agua dulce donde el impacto del ser humano es pequeño. El trabajo recoge muestras de 38 lagos de 23 países de todo el planeta.
Los trabajos centrarán sus esfuerzos en la protección y recuperación de hábitats costeros y marinos degradados así como en acciones para prevenir y minimizar la contaminación química, eliminar la basura y los plásticos de los ríos europeos o fomentar la pesca de bajo impacto ambiental.
Se trata de un pacto histórico que permitirá establecer un marco para la distribución justa de los beneficios derivados de los recursos genéticos marinos, así como la creación de áreas protegidas en zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales. El titular de Naciones Unidas António Guterres celebró el acuerdo, que entrará en vigor tras su ratificación, y recordó que “las amenazas globales requieren una acción a escala mundial”.
La humanidad conoce los beneficios de las algas marinas desde tiempos inmemoriales, y hoy también se han introducido en la alta cocina. José Lucas Pérez Llorens, catedrático de Ecología de la Universidad de Cádiz, lleva años investigándolas y divulgando sus propiedades, además de trabajar con plantas acuáticas como el 'cereal del mar'.
Entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plásticos terminan en las aguas marinas, lo que resulta en la presencia de millones de partículas de macroplásticos y microplásticos flotando en nuestros mares. Son datos que recoge un nuevo informe de SEO/BirdLife, presentado este jueves durante el Día Mundial de los Océanos.
Un trabajo liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) muestra que desde 1993 el nivel del mar sube 2,8 milímetros cada año. La mitad de ese ascenso se atribuye a la fusión de los hielos de Groenlandia y la Antártida.
Un equipo científico ha logrado identificar los genes que permiten a los peces teleósteos marinos hidratar los huevos para que floten y se dispersen, y logren sobrevivir. Los mecanismos identificados aportan nuevos datos sobre la evolución de los teleósteos, grupo al que pertenece casi el total de los peces marinos actuales, cuyos antepasados se aventuraron a pasar del agua dulce al dominio salino.