Las políticas que restringieron el movimiento durante los primeros estadios de la pandemia por la covid-19 tuvieron un importante impacto en la conducta de los animales y sus desplazamientos. Así lo demuestra un estudio internacional liderado por la Universidad de Radboud (Países Bajos), cuyos resultados ofrecen nuevas perspectivas sobre la conservación de los ecosistemas y su relación con el ordenamiento social de la vida humana.
Un estudio de vigilancia genómica en Mozambique revela que la variante beta del coronavirus se transmitió a partir de migraciones regionales, y cuestiona el beneficio de cerrar fronteras. El trabajo compara con una nueva herramienta las muestras del país africano con secuencias del resto del mundo.
Un estudio científico español ha constatado que el incremento en las restricciones permitió reducir la transmisión del virus y la incidencia de la enfermedad. Los cálculos estadísticos apuntan a que aumentar un 34 % la intensidad de las medidas logró reducir la transmisión un 22 % semanal.
La Organización Mundial de la Salud advierte de que la covid-19 sigue siendo “una enfermedad infecciosa peligrosa” que puede causar daños considerables a la salud de las personas y a los sistemas de sanidad. Sin embargo, también reconoce que la pandemia ha entrado en una fase de “transición”, lo que puede dar paso a que el nivel de alarma toque a su fin en los próximos meses,
La Organización Nacional de Trasplantes espera alcanzar el objetivo de los 50 donantes por millón de habitantes y llegar a las 5.500 operaciones en 2023, una cifra que se habría alcanzado en 2020 de no ser por la covid-19.
Estos días han llegado dos informaciones preocupantes desde el gigante asiático. La primera se refiere al cambio radical en la gestión de la pandemia de la covid y sus consecuencias en plena ola de contagios en el país. La segunda es la salida de la cárcel de He Jiankui, el creador de los primeros bebés modificados genéticamente mediante CRISPR. Ambas noticias son ejemplos de una “mala praxis” que afecta a la investigación científica y a la sociedad en general.
La República Popular China ha anunciado esta semana las primeras medidas de relajación de restricciones frente a la covid-19. Sin embargo, la comunidad internacional muestra ya su preocupación por los aumentos repentinos de casos en el gigante asiático y la falta de transparencia en los datos aportados.
Las consecuencias de la crisis climática para nuestra salud son reales: existe una relación directa con las pandemias y un previsible aumento de ciertos tipos de cáncer. Lo cuenta el científico Juan Fueyo en su libro Blues para un planeta azul, donde advierte que estamos ante el último desafío de la civilización para evitar el abismo del calentamiento global.