Un estudio multicéntrico compara un nuevo fármaco contra el virus del sida con raltegravir, otro antirretroviral de la misma familia comercializado desde 2007. El trabajo concluye que los dos fármacos tienen la misma eficacia y seguridad. Para los expertos, este hecho convierte al nuevo antirretroviral en una opción efectiva para tratar la infección por VIH-1.
SPARTAC es el primer gran ensayo clínico aleatorizado que demuestra que un tratamiento antirretroviral de 48 semanas, administrado en el momento en el que la infección por el VIH aún es aguda o reciente, ralentiza los daños sobre el sistema inmunológico y retrasa la necesidad de comenzar el tratamiento antirretroviral de por vida. Estos beneficios eran mayores cuanto antes después de la infección por el VIH se comenzaba el tratamiento (menos de 90 días). No hay evidencias de problemas derivados del tratamiento temprano con respecto a los efectos secundarios o a la efectividad del tratamiento a largo plazo posterior.
Expertos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa han descifrado cómo el VIH invade las células del sistema inmunitario responsables de la propagación del virus dentro del organismo, un enigma que la comunidad científica hacía años que intentaba resolver. Los resultados se publican esta semana en la revista PLoS Biology.
Entre 130.000 y 150.000 españoles son portadores del VIH y un tercio de ellos no lo sabe. Aunque no necesariamente se desarrolla el sida por tener el virus, este puede transmitirse con prácticas de riesgo. De ahí la importancia de las pruebas diagnósticas que indican, incluso en pocos minutos, si este está presente en el organismo. Saber si se tiene VIH permite recibir el tratamiento antirretroviral a tiempo y evitar el desarrollo de la enfermedad.
En monos y seres humanos con sida, los daños en el tracto gastrointestinal causados por virus son comunes. El problema es que este deterioro parece ser el culpable de una progresiva deficiencia del sistema inmune y, con ello, de la aceleración en el avance de la enfermedad.
Una investigación internacional sugiere que el medicamento Truvada puede bloquear la infección por VIH incluso en dosis más bajas que la pautada. Este compuesto fue aprobado en julio de este año por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos para la prevención del sida.
El riesgo de mortalidad de los hombres sudafricanos que toman antirretrovirales es un 31% superior al de las mujeres. La diferencia se explicaría más por las tasas generales de muerte en el país que por el propio virus o la menor implicación de los hombres en los tratamientos, según un estudio que publica la revista PLOS Medicine.
Investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU han identificado en hospitales de Tailandia y Taiwán un anticuerpo que compromete el sistema inmunológico de las personas VIH negativas, y que las hace más vulnerables a las infecciones por microbios oportunistas.
A las puertas de la XIX Conferencia Internacional sobre sida que se celebrará del 22 al 27 de julio en Washington, se ha hecho público el plan científico global para su curación. La ambiciosa iniciativa pretende terminar con una enfermedad que solo en 2011 acabó con la vida de 1,7 millones de personas en el mundo.