Los encinares y otros bosques de zonas bajas en las montañas mediterráneas se pueden llegar a expandir hasta un 350% como consecuencia del calentamiento global. Por el contrario, las formaciones boscosas más adaptadas al frío y la humedad, como hayedos y pinares de pino silvestre, pueden reducirse hasta un 99%. Son escenarios posibles durante el siglo XXI, según un modelo creado para estudiar los efectos del cambio climático en los bosques del Sistema Central y el Sistema Ibérico.
Distribución actual y proyectada de la encina en las montañas del centro de la Península durante el siglo XXI, según uno de los escenarios que contempla el modelo.
Distribución actual y proyectada del pino silvestre en las montañas del centro de la Península durante el siglo XXI, según uno de los escenarios que contempla el modelo.