El pasado mes de enero la erupción del volcán submarino Hunga Tonga Hunga Ha'apai, en el Pacífico, cerca de Australia, provocó una onda expansiva de tal calibre que se registró en lugares tan lejanos como Alaska, en EE UU. Por eso, varios científicos sugirieron que esta explosión pudo haber sido la más violenta de los últimos 30 años. Ahora dos investigadores franceses lo confirman tras calcular el tamaño de la erupción con ayuda de algoritmos y ecuaciones matemáticas.
El sismólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Jordi Díaz analiza los efectos de la gran explosión del volcán, cuyas ondas quedaron registradas en el sismómetro del Laboratorio Subterráneo de Canfranc, en Huesca.
Las imágenes del programa europeo Copernicus, que comparan el antes y después de la erupción del pasado sábado, muestran que la isla del volcán submarino Hunga Tonga Hunga Ha'apai ha quedado muy dañada tras la violenta explosión: solo quedan dos pequeñas porciones sobre el nivel del mar.