Varios expertos solicitan que se regule la actividad de científicos independientes que se autoadministran productos desarrollados por ellos mismos como defensa contra el coronavirus. Argumentan que, además de conllevar riesgos, podrían erosionar la confianza en la ciencia y dar alas a los antivacunas.
Las pruebas de fase III que desarrolla la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca se interrumpieron el pasado 6 de septiembre por la reacción adversa en uno de los voluntarios. Ahora, el Organismo Regulador de los Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido ha confirmado que es seguro continuar con el ensayo clínico.
Las pruebas de fase III de una de las candidatas de vacuna más avanzadas han sido interrumpidas por la enfermedad de uno de los voluntarios. Expertos consultados por SINC confirman que es motivo para paralizar el ensayo hasta que se discrimine si la dolencia es debida a la vacuna, ya que deben primar la seguridad y transparencia.
La encuesta de percepción social de FECYT sobre el nuevo coronavirus analiza el cumplimiento de las medidas sanitarias y la actitud ante un fármaco preventivo. Las personas que trabajan como autónomas, con estudios universitarios y con altos ingresos muestran menor predisposición a la vacunación.
Un equipo internacional de investigadores muestra un nuevo modelo para suministrar la potencial vacuna frente a la covid-19 que priorizaría la reducción de las muertes prematuras. Su trabajo, publicado en la revista Science, propone un marco ético para su asignación que no tiene que ver con repartir dosis proporcionales a cada población ni con priorizar al personal sanitario.
Los tres casos de posibles reinfectados por SARS-CoV-2 en Hong Kong, Países Bajos y Bélgica reabren el debate sobre la inmunidad. La experta en coronavirus pone en perspectiva estos casos, que “siguen siendo pocos”, pero advierte de que las personas que hayan pasado la enfermedad no deben bajar la guardia.
En la carrera por la inmunización frente al nuevo coronavirus, encabezada por la Universidad de Oxford y la firma estadounidense Moderna, también participan grupos españoles. Varios de ellos podrían empezar a probar sus candidatos en humanos antes de que acabe el año. Hemos hablado con sus líderes.
El candidato de vacuna contra la COVID-19 de la Universidad de Oxford y AstraZeneca ha demostrado seguridad y una fuerte respuesta inmunitaria en las primeras etapas de ensayos clínicos con unos 1.000 voluntarios sanos. Ahora se tendrá que probar su eficacia en los ensayos de fase III que se inician este mes con miles de personas en varios países.
En estos momentos se están desarrollando 149 vacunas experimentales contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, según datos de la OMS. Aquí recogemos los diez proyectos que se encuentran en fases más avanzadas, encabezados por la Universidad de Oxford y la biotecnológica Moderna, en una competición llena de obstáculos con miles de científicos trabajando contra reloj.