El año de Neptuno dura 165 años terrestres, y sus estaciones se prolongan a lo largo de cuatro décadas. En este contexto, varios telescopios han registrado una caída de las temperaturas globales del planeta entre 2003 y 2018 durante su verano austral, aunque después en el polo sur aumentaron 11 °C hasta 2020.
Un avanzado instrumento infrarrojo ha observado que la espesa nube de polvo del centro de la galaxia Messier 77 es lo suficientemente gruesa como para ocultar el agujero negro que está en su interior. El hallazgo confirma el llamado ‘modelo unificado’ de los núcleos galácticos activos predicho hace 30 años.
Algunos astrónomos creían que los planetas no podían existir alrededor de estrellas tan masivas y calientes como b Centauri. Sin embargo, en torno a este sistema estelar doble, que se puede observar a simple vista, se ha encontrado un planeta gigante orbitando a 100 veces la distancia de Júpiter al Sol.
Observaciones realizadas desde Chile con el Very Large Telescope han permitido obtener nuevos datos y las mejores imágenes de Cleopatra, un asteroide con forma de hueso de roer. Los resultados también sugieren que fragmentos desprendidos de este “montón de escombros” formaron sus dos lunas: AlexHelios y CleoSelene, llamadas como los hijos de la reina egipcia.
Entre finales de 2019 y principios de 2020 el brillo de la supergitante roja Betelgeuse, en la constelación de Orión, disminuyó tanto que el fenómeno se observó a simple vista. La causa fue un velo polvoriento que oscureció temporalmente la estrella, según detectó el año pasado el telescopio Hubble y se confirma ahora con datos del Very Large Telescope situado en Chile.
El cometa errante 2I/Borisov, el segundo objeto interestelar detectado en nuestro sistema solar, es uno de los más prístinos jamás observados, según las observaciones realizadas con el Very Large Telescope desde Chile. Los astrónomos sospechan que lo más probable es que nunca haya pasado cerca de una estrella, por lo que sería una reliquia inalterada de la nube de gas y polvo en la que se formó.
Los astrónomos ya conocían el sistema planetario LHS1140, localizado a unos 41 años luz de la Tierra, pero gracias a los nuevos datos facilitados por el observatorio espacial TESS de la NASA y el instrumento ESPRESSO del Observatorio Europeo Austral en Chile han descubierto que uno de los planetas parece tener un gran océano de agua líquida. Su nombre es LHS1140 b, un exoplaneta ideal para la búsqueda de biomarcadores.
Las predicciones sobre la existencia de agujeros negros se remontan al siglo XVIII, pero fue en el XX cuando Roger Penrose demostró que son una consecuencia de la relatividad general, lo que le ha valido el Premio Nobel de Física compartido con Reinhard Genzel y Andrea Ghez. El director general del Observatorio Europeo Austral analiza para SINC la trascendencia de estos logros, que han llevado a descubrir el enorme agujero del centro de nuestra galaxia.
Nunca se había observado directamente a más de un planeta orbitando en torno a una estrella de tipo solar, pero gracias al telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral se han captado a dos de estos exoplanetas en un sistema situado a 300 años luz.
Los astrónomos la observaron entre 2001 y 2011 en la galaxia enana Kinman, pero cuando volvieron a intentarlo el año pasado ya no la encontraron. Se trataba de una estrella monstruosa e inestable que puede haber colapsado en un agujero negro sin producir una explosión de supernova, algo muy raro, aunque también puede haberse vuelto menos brillante y estar oculta detrás del polvo.