Un estudio con participación española demuestra que los agricultores de esta región africana han diversificado sus cultivos frente a la variabilidad climática y elevación de las temperaturas durante el último siglo. Sus conocimientos pueden ser muy útiles para elaborar políticas agrarias de adaptación al calentamiento global.
En Costa Rica, los árboles bananeros son una importante fuente de alimento para los murciélagos siricoteros de Pallas, protagonistas del #Cienciaalobestia. Un nuevo estudio muestra que los que se nutren en plantaciones intensivas tienen una menor diversidad en su microbiota intestinal que los que recurren al néctar de los bananos que crecen en los bosques o que han sido cultivados ecológicamente.
Un equipo internacional de científicos ha estimado en 17.318 millones de toneladas métricas de CO2 las emisiones anuales de todo el sector alimentario. La carne de vacuno, seguida de la leche de vaca y la carne de cerdo, son los alimentos de origen animal que más contribuyen.
Un informe del Instituto Español de Oceanografía señala a la incesante entrada de fertilizantes procedentes de la agricultura intensiva y otras actividades humanas en el entorno ribereño como el motivo de la crisis de la laguna salada.
El último episodio de mortalidad registrado en el Mar Menor ha hecho saltar todas las alarmas sobre una situación crónica de degradación del ecosistema lagunar. Julia Martínez, directora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, explica cuáles son las medidas necesarias para recuperar el equilibrio ecológico en la laguna costera salada más importante de Europa.
Investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua han identificado 24 productos químicos derivados de la degradación de pesticidas cuya presencia se desconocía en el medioambiente. Los científicos señalan que algunas de estas sustancias son más persistentes y tóxicas que los originales.
Más del 44 % de los productos agrícolas que se importan a Europa serán muy vulnerables por el calentamiento global. Para 2050, los científicos prevén una creciente debilidad de los cultivos a la sequía, lo que pondrá en jaque su comercio internacional.
Cerca de un 20 % de las masas de agua que se encuentran bajo la superficie terrestre podrían desaparecer si las reservas continúan disminuyendo. Esta es la conclusión de un estudio, liderado por la Universidad de California (EE UU), que ha evaluado datos de casi 39 millones de pozos a escala global, incluidos algunos en España.
Un estudio, con participación española, sugiere que aumentar la duración de la cubierta vegetal usando cultivos comerciales, de cobertura y forrajes, es una práctica adecuada para aumentar la producción y la funcionalidad de los campos de cereales en Europa.
Un estudio de la Universidad de Cádiz demuestra que combinar especies con requerimientos muy diferentes entre ellas y con similar capacidad competitiva maximiza la producción de biomasa vegetal.