Investigadores del Instituto de Ciencias Matemáticas han desarrollado una técnica que identifica las rutas de transporte de partículas en el vórtice polar antártico, el cinturón de vientos del continente helado. El método matemático ayuda a comprender mejor cómo evoluciona el agujero de la capa de ozono.
Los primeros análisis del núcleo de sedimentos más antiguo jamás hallado en el Ártico demuestran que en esta zona se produjeron intervalos más cálidos de lo que se pensaba durante los últimos 2,8 millones de años que coincidieron con el declive de la capa de hielo del oeste de la Antártida. Un equipo internacional sugiere incluir estos nuevos datos en los modelos climáticos que predicen el clima futuro.
Hasta ahora, la comunidad científica sospechaba que el aumento de los niveles de CO2 y el calentamiento global que puso fin a la Edad de Hielo (hace 10.000 años) estaban relacionados. Un nuevo estudio internacional, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de EE UU y publicado esta semana en la revista 'Nature', confirma esta relación causa-efecto.
Las diferencias que se observan en el color del pico de las distintas poblaciones de pingüino papúa (Pygoscelis papua) parecen responder a las variaciones en la disponibilidad de krill. Así lo demuestra un estudio realizado en la Antártida por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
Investigadores del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC) han identificado 30 nuevos genes en microorganismos de río Tinto (Huelva), un entorno muy ácido y con metales pesados. El hallazgo podría ser de interés en procesos de descontaminación, industriales o en biominería. Científicos del CAB también han partido esta semana para estudiar microorganismos en otro ambiente extremo de la Tierra: la Antártida.
Estudiar el papel de los productos de origen marino en los ecosistemas de la Antártida y valorar cuál es su potencial farmacológico son los objetivos principales de la nueva campaña científica Actiquim-II, que dará comienzo en diciembre.
Investigadores españoles han estudiado la concentración de metales pesados y elementos traza presentes en las plumas de tres especies de pingüinos antárticos. Sus resultados se han publicado este mes en la revista Environmental Pollution, especializada en procesos ambientales y efectos de los contaminantes.
Se firma en Madrid el Acuerdo por el que se declara a la Antártida reserva natural para la paz y la ciencia