Un estudio de la Universidad de Oviedo evidencia por primera vez que el aumento del CO2 atmosférico provocó la subida de las temperaturas en un periodo más cálido que el actual y con un nivel de concentraciones de dióxido de carbono similar al esperado para finales de este siglo. El avance, publicado en Nature, ha sido posible al averiguar el historial de adaptación de las algas marinas a distintas concentraciones de CO2.
La Universidad Politécnica de Madrid participa en un estudio, publicado en Nature, que compila los últimos avances tecnológicos en la estimación de la pérdida de masa de los mantos de hielo de la Antártida y Groenlandia.
El casquete de hielo continental antártico surgió por primera vez durante el Oligoceno hace 33,6 millones de años, según demuestran los datos de una expedición internacional liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Una investigación en la que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) ha encontrado que el pingüino barbijo (Pygoscelis antarctica) que se alimenta de krill es capaz de detectar el sulfuro de dimetilo, una sustancia que señala áreas de alta productividad en los océanos.
Que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera han fluctuado con los ciclos glaciales es un hecho bien documentado; sin embargo, los procesos que han generado esa variabilidad siguen siendo un misterio. Un equipo científico internacional ha explorado las cuencas oceánicas para conocer estos mecanismos.
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha evaluado la robustez de las cadenas tróficas polares frente a posibles impactos climáticos. Según sus conclusiones, el ecosistema ártico es más vulnerable al efecto de cascada trófica porque cuenta con mayor número de depredadores.
Andrés Barbosa es un investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que ha estudiado la relación entre la ecología, la morfología y la fisiología de las aves en distintos tipos de hábitats. Ha participado en 8 campañas antárticas y una en el Ártico, y lidera el proyecto PINGUCLIM que tiene como objetivo principal el estudio de los efectos del cambio climático sobre la fisiología de los pingüinos antárticos.
El centro de investigación AtlantTIC de la Universidad de Vigo pisará por segunda vez la Antártida gracias a su sensor hiperespectral, una ‘cámara' con centenares de bandas que se ha probado en el continente helado. Este pequeño dispositivo ya ha suscitado el interés de países como Portugal, Italia y Corea.
Vista en falso color de la capa de ozono antártica. Los colores púrpura y el azul indican dónde hay menos ozono, y los amarillos y rojos dónde hay más. Imagen: NASA.