Un equipo del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del CSIC ha desarrollado el prototipo de una nueva celda de conmutación para vehículo eléctrico que permitirá adaptar y controlar los flujos de potencia entre las fuentes de energía y sus cargas de un modo más eficiente, como entre la batería y el motor.
Con un núcleo de arseniuro de indio y superconductores de aluminio en sus polos, investigadores del País Vasco e Italia han fabricado una pila que puede resultar clave para algunas tecnologías cuánticas. Genera una supercorriente que no es inducida por un voltaje, como en las pilas clásicas, sino por una diferencia de fase en el circuito cuántico.
Las ballenas y los pájaros cantores emiten melodías, pero en realidad pocas especies animales saben marcar el ritmo. Un equipo de científicos australianos ha descubierto que los machos de cacatúa enlutada, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, tocan la batería con una especie de baquetas que fabrican ellos mismos a base de ramas para exhibirse ante las hembras y siguen un ritmo muy regular cada uno con un estilo propio.
En la actualidad, la autonomía de las baterías, desarrolladas con una tecnología de iones de litio, de los vehículos eléctricos alcanza como máximo 160 kilómetros. Un equipo de la Universidad de Córdoba ha testado en condiciones de laboratorio un dispositivo que triplica el almacenamiento de energía de las pilas convencionales de ion de litio, por lo que se podría estirar su radio de acción.
Investigadores de las universidades de Córdoba y La Sapienza de Roma han desarrollado un prototipo de batería con iones de litio y azufre que duplica la duración de los actuales dispositivos de generación de energía. Además, este acumulador de energía es más seguro que prototipos precedentes.
Utilizando una combinación única de materiales, investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han desarrollado un prototipo de batería de litio-aire que se puede recargar más de 2.000 veces. Su alta densidad energética es comparable a la de la gasolina y permitiría que un coche eléctrico fuese de Londres a Edimburgo con una sola carga, o alargar durante días el uso de un smartphone sin recargarlo.
Cuatro profesores de la Escuela Técnica Superior de Náutica y Máquinas Navales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) estudian las ventajas de que los barcos aprovechen parte de la energía eólica obtenida por sus velas para generar energía eléctrica. Trabajan a contrarreloj, dada la competencia existente en la investigación de esta materia, y esperan tener un primer prototipo operativo en dos años.