El gigante tecnológico estadounidense ha desarrollado un chip basado en fermiones de Majorana. La compañía asegura que esta tecnología podría reducir drásticamente los errores y acelerar la llegada de ordenadores cuánticos comerciales en años en lugar de décadas. El avance sitúa a Microsoft en primera línea de la competición en este ámbito junto a rivales como Google e IBM.
El entrelazamiento y la superposición, como la del gato de Schrödinger, son fenómenos del mundo microscopio que están detrás de los computadores cuánticos, unas máquinas que de momento solo tienen un centenar de cúbits controlables y cuyas versiones definitivas no veremos hasta la próxima década. Nos lo cuenta este experto mundial en física y computación cuánticas.
Investigadores de Suiza y España han realizado el llamado ‘experimento de Bell libre de loopholes’ con circuitos superconductores, la base de los ordenadores cuánticos actuales más avanzados. Mediante generadores de números aleatorios superrápidos, han logrado que objetos situados en diferentes lugares se comporten como si fueran un solo sistema.
Investigadores del instituto QuTech (Países Bajos) han conseguido por primera vez transferir bits cuánticos en una red desde un nodo a otro sin que tengan conexión directa. Se utiliza un tercero para facilitar su entrelazamiento. Según los autores, este avance supone un paso importante hacia la futura internet cuántica.
El Gobierno de España ha impulsado la creación de un ecosistema de computación cuántica en el país, denominado Quantum Spain, con una inversión inicial de 22 millones de euros para este año. En el proyecto participan 25 centros de 14 comunidades autónomas coordinados desde el centro BSC-CNS en Barcelona, donde está previsto que opere un primer chip de dos cúbits a finales de 2022.
Dos equipos científicos de Australia y Países Bajos han construido plataformas de computación cuántica a temperaturas hasta 15 veces superiores a las que operan las actuales de Google o IBM. Por primera vez han logrado controlar bits cuánticos en silicio por encima de un kelvin, lo que supone un gran avance en el desarrollo de procesadores más grandes y potentes.
Los científicos de Google afirman que su nuevo procesador cuántico es capaz de realizar un cálculo en tres minutos y 20 segundos, algo que al superdordenador clásico más avanzado le llevaría unos 10.000 años. Competidores como IBM ponen en entredicho este logro.
Este físico fue fichado hace cinco años por Google para construir su primer ordenador cuántico. John Martinis ha visitado esta semana Madrid en medio del revuelo causado por la filtración de un artículo científico, aún no publicado oficialmente, en el que se afirma que la compañía habría logrado lo que se denomina ‘supremacía cuántica’, algo que ponen en entredicho sus competidores.
Comportamientos tan propios de los sistemas vivos, como nacer, interaccionar, mutar, autorreplicarse y morir se pueden reproducir en el mundo cuántico. Investigadores de la Universidad del País Vasco han diseñado un algoritmo cuántico de vida artificial que sigue las leyes evolutivas de Darwin, y lo han puesto en marcha en el ordenador IBM QX4 a través de la nube, codificando en forma de cúbits el genotipo y el fenotipo de los organismos cuánticos.