Un equipo internacional de investigación liderado por la Universitat de València ha estudiado por primera vez los esqueletos de sus habitantes con fluorescencia de rayos X y concluye que las víctimas murieron asfixiadas, y no abrasadas. El trabajo, que cruza datos químicos, antropológicos y estratigráficos, crea una metodología aplicable a todos los calcos de la erupción del Vesubio del año 79.