Los chimpancés y los bonobos son los dos parientes vivos más cercanos de los humanos. Sin embargo, a pesar de estar tan estrechamente relacionados en el árbol evolutivo, estas dos especies difieren enormemente en la forma en la que utilizan las herramientas. Según un estudio liderado por la Universidad de Zurich (Suiza), los chimpancés tienen una predisposición ‘innata’ para manipular objetos desde que son crías.
Científicos de diversas instituciones inglesas han descubierto que los chimpancés tienen los mismos tipos de sonrisas que los seres humanos. Además, la flexibilidad en los músculos de sus caras les permite sonreír sin emitir sonidos, o variar sus gestos según el rol social que hayan estableciendo.
Con tan solo 26 años, Jane Goodall empezó a investigar el comportamiento de los chimpancés salvajes de Gombe (Tanzania) para entender mejor la evolución humana. Estaba previsto que su proyecto culminara en seis meses, pero África y los chimpancés la cautivaron. Ya han pasado 55 años, y Jane –ahora con 81– sigue más activa que nunca: hoy sale en España su último libro. A su labor, se han unido científicos y voluntarios españoles que trabajan con su misma pasión en Congo y Senegal.
Un nuevo estudio describe por primera vez la utilización de utensilios líticos por chimpancés salvajes de Guinea. El trabajo, publicado en la revista PLos ONE, aporta patrones de comparación con las primeras etapas tecnológicas humanas.
La mayoría de animales aprenden unos de otros, pero los humanos, además, son capaces de acumular conocimiento y compartirlo. Un estudio internacionalplantea las condiciones sociales y capacidades cognitivas necesarias para su transmisión. Los resultados destacan la importancia de las instrucciones verbales, la imitación y la ‘prosocialidad’ en el aprendizaje.
Hasta ahora se pensaba que los humanos envejecían más lentamente que otros animales. Investigadores norteamericanos y africanos han comparado por primera vez los patrones de envejecimiento de humanos, chimpancés, gorilas y otros primates, y han concluido en un estudio, publicado esta semana en Science, que el ritmo de envejecimiento humano no es “tan exclusivo”.
Los macacos machos en estado salvaje y sin parentesco establecen relaciones cercanas y estables con otros machos de su grupo. El estudio, que publican investigadores alemanes en la revista Current Biology, confirma que estas relaciones son parecidas a las de amistad en seres humanos, y que la motivación para mantener estos lazos es de naturaleza política.
Cristina Garmendia y Jane Goodall con algunos de los niños que han participado en el encuentro.
Un chimpancé en el bosque Kibale de Uganda.