Hace unos 70.000 años, cuando la especie humana ya estaba sobre la Tierra, una pequeña estrella rojiza se aproximó a nuestro sistema solar y perturbó gravitatoriamente a cometas y asteroides. Astrónomos de la Universidad Complutense de Madrid han comprobado que el movimiento de algunos de estos objetos todavía está marcado por aquel encuentro estelar.
El cometa 67P retratado en 210 imágenes por Rosetta
Un equipo internacional, liderado por astrofísicos de la Universidad Autónoma de Madrid, ha descubierto una importante actividad cometaria en Φ-Leo, una estrella que ahora es objetivo potencial para la búsqueda de exoplanetas y para el estudio de la formación y evolución planetaria.
La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europa ha impactado hoy contra el cometa 67P y hasta el último momento no dejado de recoger datos y fotografías que ayudarán a los científicos a conocer mejor los orígenes de nuestro sistema solar y de la propia vida. La primera misión espacial de la historia en alcanzar un cometa, escoltarlo en su viaje alrededor del Sol y lanzar un módulo de aterrizaje sobre su superficie toca a su fin.
La lluvia de ‘estrellas’ de las Gemínidas ha llegado fiel a su cita de diciembre. La noche del 14 al 15 es la de su máxima actividad, y por tanto, el mejor momento para disfrutar de este espectáculo astronómico. Cada hora se podrán observar un centenar de estos brillantes meteoros, que proceden del asteroide o ‘cometa rocoso’ 3200 Faetón.
Justo hace un año la sonda Philae ejecutó su histórico y accidentado aterrizaje sobre el cometa 67P, tras desprenderse de la nave Rosetta. Desde entonces, los científicos de la misión han tratado de restablecer la comunicación con el aterrizador. No han perdido la esperanza, pero tendrán que conseguirlo antes de que Rosetta, que actúa de intermediaria, impacte contra el cometa el año que viene.
Una gran bola de fuego, más brillante que la Luna llena, alumbró este miércoles las costas mediterráneas durante unos instantes. El fenómeno se produjo por el impactó contra la atmósfera de un fragmento del cometa Encke, que acabó cayendo sobre el mar en forma de meteorito. Más tarde, también se desintegró parte de su material sobre la Comunidad de Madrid. El fenómeno se ha registrado en vídeo desde varios observatorios de Andalucía y Castilla-La Mancha.
La coma o nube gaseosa que rodea el núcleo de las cometas está compuesta por agua, monóxido y dióxido de carbono, pero se acaba de descubrir que contiene otra molécula más: el oxígeno. El hallazgo lo ha hecho la nave Rosetta en el cometa 67P y plantea interrogantes sobre los modelos de la formación del sistema solar.