Resumen de la metodología desarrollada en el estudio. / UAM
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han desarrollado una metodología que permite la activación de compuestos orgánicos con sílice para la obtención de moléculas orgánicas halogenadas, difíciles de obtener mediante otras metodologías. Los halógenos son elementos del grupo 17 de la tabla periódica, como el flúor y yodo.
Un equipo internacional de investigadores, con participación de la Universidad de Málaga, ha sintetizado una molécula con espines ya manipulados que se mantiene estable en condiciones ambientales. El avance puede ayudar al desarrollo de los dispositivos espintrónicos del futuro.
Módulo de aterrizaje Philae de la misión Rosetta. / ESA
La pequeña nave Philae, que en noviembre descendió desde la sonda Rosetta hasta el cometa 67P, ha detectado 16 compuestos orgánicos, algunos precursores de la vida y cuatro de ellos identificados por primera vez en los cometas. El estudio, con participación española, es uno de los siete artículos que publica esta semana la revista Science con datos de Philae.
Lucas Viani (Ribeirão Preto-Brasil, 1983) investiga sobre semiconductores orgánicos en el Instituto Universitario sobre Modelización y Simulación en Fluidodinámica, Nanociencia y Matemática Industrial Gregorio Millán Barbany de la Universidad Carlos III de Madrid. Lo hace en el marco del programa CONEX de esta universidad, que cuenta con el apoyo de las acciones Marie Curie de la Unión Europea, el Ministerio de Economía y Competitividad y el Banco Santander. El objetivo es mejorar la eficiencia de los dispositivos electrónicos basados en materiales orgánicos para que se puedan comercializar.
Expertos de la Universidad de Sevilla han conseguido por primera vez compuestos estables uniendo un tipo de moléculas orgánicas, los terfenilos, a los metales molibdeno y wolframio. Los resultados aportan datos sobre enlaces y química básica, una disciplina esencial para el desarrollo de nuevos materiales y medicamentos.
El equipo de la misión MSL de la NASA ha anunciado esta semana que el rover Curiosity ha descubierto moléculas orgánicas en Marte, pero ¿son realmente marcianas? Lo son, según explica a Sinc un investigador español implicado en el proyecto, Alberto González Fairén (Madrid, 1972), que se acaba de trasladar desde la Universidad Cornell en EE UU hasta el Centro de Astrobiología en Madrid. "Es un descubrimiento para los libros de texto", subraya este astrobiólogo.