La Generalitat Valenciana probará un nuevo sistema de detección precoz de la COVID-19, llamado SARS-GOAnalytcs. Ha sido desarrollado por la empresa Global Omnium y analiza la presencia de rastros génicos del coronavirus inactivo en las aguas residuales y de alcantarillas.
La búsqueda de soluciones para la COVID-19 se ha convertido en el primer objetivo de decenas de grupos de investigación. Varios de ellos trabajan ya con anticuerpos de camélidos, cuya estructura, tamaño y estabilidad permitirán desarrollar tratamientos y vacunas contra la infección.
El logro de una vacuna contra el virus del SARS-CoV-2 podría acelerarse mediante estudios de infección controlada en personas, cuyo uso es controvertido debido al riesgo al que se exponen los voluntarios. Un equipo internacional reclama ahora en Science un consenso que tenga en cuenta el valor social de estos ensayos y el equilibrio entre los riesgos y los beneficios.
X-COV, una herramienta on line desarrollada por un grupo de alumnos liderados por Joaquín López Herraiz, profesor de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid, ha resultado ganadora absoluta en el hackathon global virtual CodetheCurve, organizado por la UNESCO. El equipo ha creado un modelo de datos que usa la inteligencia artificial y la tecnología de visualización de imágenes para ayudar a los médicos a tomar decisiones en la actual pandemia.
Infectarse con el virus que causa la COVID-19 a través de las aguas de baño es muy poco probable, aunque su supervivencia en los ríos es mayor que en las piscinas y el mar. Las principales vías de contagio siguen siendo las secreciones por tos o estornudos y el contacto entre personas, por lo que es muy importante mantener el distanciamiento social.
La omnipresencia mediática del SARS-CoV-2 provoca ansiedad y estrés. La sobreexposición a noticias relacionadas con esta y otras pandemias, alertan diversos estudios, influye en el bienestar emocional de las personas y al comportamiento de las sociedades.
Un nuevo estudio muestra que los pacientes hospitalizados con COVID-19 tratados con anticoagulantes tienen un mejor pronóstico vital sin incrementar el riesgo de sangrado. Estos resultados podrían cambiar las guías de tratamiento para prevenir la coagulación asociada con el nuevo coronavirus, una de las principales complicaciones de la enfermedad.
Un informe del Instituto de Salud Carlos III ha analizado los 30.660 casos de COVID-19 entre sanitarios y declara que casi un 11 % ha tenido que ser hospitalizado. Los hombres representan menos de la cuarta parte de las infecciones en este colectivo y sus casos fueron los más graves.
Sanidad ha advertido que los estudios difundidos sobre posibles efectos beneficiosos del tabaco en la COVID-19 son muy preliminares y no tienen en cuenta los daños de la nicotina y el humo en las vías respiratorias de las personas fumadoras y en su sistema inmunitario. Por el contrario, sí existen investigaciones que demuestran cómo fumar conlleva un riesgo 133 veces mayor de desarrollar una forma grave de sus síntomas.
Para mantener la seguridad durante la desescalada es necesaria una estrategia de diagnóstico precoz, vigilancia y control de los nuevos casos. La catedrática de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Europea de Valencia explica la importancia de rastrear estas nuevas infecciones.