A petición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Consejo de Ministros ha remitido hoy a las Cortes el primer proyecto de Ley que orienta la acción climática minimizando impactos negativos para la economía, la sociedad y los ecosistemas, para alcanzar la neutralidad de emisiones no más tarde de 2050.
En las últimas cinco décadas la ciencia ha vivido ciertos triunfos en la protección ambiental, pero también fracasos. En plena pandemia por COVID-19 y ante desafíos ambientales como la crisis climática y de la biodiversidad, este Día de la Tierra recuerda más que nunca la necesidad de cuidar a la vez la salud ambiental, animal y humana.
Con la pandemia de COVID-19 estamos sufriendo las consecuencias de una falta de reacción global y es muy probable que también las suframos por el cambio climático. Ambas crisis nos ponen ante un espejo en el que no quedamos reflejados como seres tan racionales: entender es secundario, la experiencia es clave.
Mitigar el cambio climático no solo salvará miles de vidas humanas, también generará un beneficio económico de miles de millones de dólares para 2100, según la estrategia de cooperación global simulada por un equipo de investigación. Los científicos aseguran que los diferentes países podrían obtener ingresos netos positivos a largo plazo si limitaran el aumento de la temperatura entre 2 y 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales.
A pesar de que aumente el dióxido de carbono en la atmósfera, los bosques maduros, limitados en nutrientes, no lo absorberán, según un nuevo estudio. Los árboles adultos no solo no acumularán más carbono, sino que lo devolverán a la atmósfera. Este hallazgo demuestra que la única estrategia para limitar el cambio climático es reducir las emisiones de gases de efectos invernadero.
La celebración de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP26) estaba prevista para el mes de noviembre en Glasgow, Reino Unido. Sin embargo, debido al impacto que está produciendo la pandemia en muchos países, se ha decidido aplazarla a 2021.
Un modelo desarrollado por científicos de la Universidad de Córdoba ha permitido pronosticar una reducción del hábitat óptimo del pinsapo hasta de un 93 % debido al cambio climático para el año 2040. Para finales de siglo, el hábitat óptimo desaparecerá por completo, por eso los investigadores han establecido zonas de refugio para su restauración.
Un equipo internacional de científicos ha estudiado los cambios en la abundancia de algunas especies en el rango longitudinal de su distribución. El estudio revela que el cambio climático está afectando la distribución de las especies marinas, que aumentan su abundancia en los polos, mientras que disminuye de manera generalizada en el ecuador.
De un día para otro hemos dejado de usar el coche, viajar, hacer turismo y consumir de forma masiva para luchar contra la propagación del SARS-CoV-2. Según los expertos, las acciones para frenar la emergencia climática supondrían sacrificios menos drásticos si se actúa ahora.
Los ecosistemas de arena ocupan más de un tercio de todas las costas y su valor no es solo turístico, también ambiental. Con las tendencias climáticas actuales lo más probable es que el 50 % de las playas de todo el mundo desaparezca bajo el agua antes de que finalice el siglo.