El lema de esta cumbre ha sido “Tiempo de actuar”, una frase que, a pesar de haber estado presentada a lo largo de los siete pabellones de IFEMA, no ha sido suficiente. La COP25 ha cerrado sus puertas sin consenso para terminar de cerrar ciertos puntos del Acuerdo de París, el primer tratado universal por el clima.
Tras 50 años de existencia como parque nacional, las marismas de Doñana se enfrentan a nuevas y viejas amenazas. El acuífero, lugar de cría y de paso para miles de aves europeas, es especialmente sensible a la crisis climática, a la subida del nivel del mar y a la descompensación por los cambios en los periodos de lluvia y sequía.
La ciencia lo ha repetido alto y claro: solo nos quedan 10 años para reducir la concentración de CO2 en la atmósfera y evitar la hecatombe climática. Pero a las puertas de esta década crucial, los países no han logrado unir fuerzas para frenar de manera urgente la crisis climática. La COP25 termina con una débil llamada a la ambición y deja para 2020 la parte más conflictiva de sus deberes: la regulación de los mercados de carbono.
De los ocho millones de especies que existen, un millón está en peligro como consecuencia de la acción humana, según datos de la mayor plataforma mundial para el estudio de la biodiversidad. En ella participa este investigador del instituto BC3 del País Vasco, que ahora trabaja con economistas y científicos sociales para evaluar la diversidad de valores, no solo los económicos, en torno a los bienes naturales.
Dentro y fuera de los muros de la COP25, la ambición ha dejado paso a una cierta tirantez, no solo con las organizaciones sociales y civiles, sino también entre países. Así, los que integran la UE impulsan la transición hacia una economía sostenible, mientras que los países emergentes se escudan en no avanzar. A un día de concluir la conferencia en Madrid, las negociaciones se encuentran en stand by.
Tras el anuncio ayer por la tarde del esperado European Green Deal, las reacciones no se han hecho esperar en la COP25. El objetivo de Europa es lograr la neutralidad climática para 2050 a través de una economía más sostenible. Sin embargo, los ecologistas critican que haya dejado de lado la crisis de la biodiversidad en el continente.
La imagen de la Tierra desde el espacio refleja no solo su belleza, sino también su fragilidad. El astronauta italiano Luca Parmitano se ha conectado esta tarde en directo desde la Estación Espacial Internacional en el plenario de la cumbre del clima de Madrid para mostrar la verdadera visión del planeta.
Dejando de lado las lágrimas, el enfado y las frases moralizadoras, la activista sueca ha hablado hoy en el plenario de la COP25 con cifras y evidencia científica. Ha querido ceder el protagonismo a la labor de los investigadores y se ha apoyado en los datos que aporta el IPCC para repetir su mensaje: “La gente está dispuesta a cambiar”.
Greta Thunberg hoy en la COP25. / UNclimatechange
Un equipo de casi un centenar de científicos ha logrado la imagen más completa de la pérdida de hielo de la gran isla nórdica y revela que la tasa se ha multiplicado por siete respecto a la década de los 90. Este fenómeno afectará a unos 360 millones de personas a finales de siglo debido a las inundaciones provocadas por el aumento de hasta 60 centímetros del nivel del mar.