El número de personas en tratamiento antidepresivo ha aumentado en momentos clave de la recesión, según un estudio realizado en Cataluña en la población de entre 15 y 85 años. Otros trabajos indican que la incidencia de la depresión en España ha crecido un 19,4% en los últimos cinco años y las consultas por ansiedad, un 8,4%.
Cada persona responde a su manera ante la misma situación.
Optimi, la herramienta informática desarrollada por investigadores de la Universitat Jaume I de Castellón, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Valencia, es capaz de predecir si una persona con un alto nivel de estrés está en riesgo de caer en depresión a partir del estudio conjunto de una serie de variables fisiológicas y psicológicas en el que se utilizan técnicas de inteligencia artificial.
Desarrollar sistemas de búsqueda de marcadores biológicos en patologías psiquiátricas. Ese es el objetivo del departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), junto con varios grupos clínicos de los Hospitales 12 de Octubre y Gregorio Marañón de Madrid.
Un nuevo estudio, que continúa la línea de otros anteriores, muestra cómo el consumo de 'fast food' se relaciona con un mayor riesgo de sufrir estados depresivos.
Un estudio, liderado por científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, demuestra cómo ciertas mutaciones en la proteína Tau aceleran la degeneración de una zona concreta del hipocampo y conlleva un aumento en la conducta depresiva de ratones. La especial sensibilidad a la expresión de esta proteína de algunas regiones del cerebro debe ser tenido en cuenta para la prevención y tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas.
Un estudio liderado por investigadores españoles silencia la expresión de una proteína, el receptor de membrana 5‐HT1A, situada en la superficie de las neuronas encargadas de sintetizar la serotonina, un neurotransmisor implicado en el control de los estados de ánimo. El procedimiento, probado en ratones, ha sido publicado en la revista Molecular Psychiatry.
En España, más de un 83% de la población afectada por cáncer de mama sobrevive cinco años después del diagnóstico. De ellos, alrededor de un 66% sufre fatiga tras el tratamiento. Una investigación española determina los factores asociados con el cansancio en las personas que superan un cáncer para mejorar su calidad de vida y su rehabilitación.
Conocer los factores relacionados con la fatiga tras el tratamiento de un cáncer de mama ayuda en la rehabilitación de los supervivientes. SINC/OC.