Un nuevo estudio muestra un patrón en la distribución de fallecimientos en las urbes: los barrios más deprimidos sufren un exceso para la mayoría de las enfermedades, incluso en las que no están relacionadas entre sí, como cáncer de pulmón, cirrosis y sida. La clave está en la pobreza.
Las cientificas del cáncer han tenido menos tiempo para realizar tareas científicas durante la crisis del coronavirus y han asumido más responsabilidades domésticas respecto a sus compañeros, según una encuesta de la Sociedad Europea de Oncología Médica. La pandemia puede tener consecuencias duraderas en la carrera profesional de las profesionales y en la promoción a puestos de liderazgo.
La bióloga neoyorkina Nancy Hopkins se ha destacado tanto por su investigación del pez cebra para el estudio del cáncer, como por su activismo de género. Ya jubilada, dice que nunca dejará de investigar y ha creado con otras colegas un grupo para ayudar a las mujeres a emprender en biotecnología.
Las dolencias cardiovasculares son ya la primera causa de muertes femeninas en el mundo. Uno de los problemas es que la mayoría de tratamientos actuales no son eficaces con ellas porque se han desarrollado basándose en modelos masculinos. Ahora una comisión dirigida por investigadoras propone recomendaciones para mejorar esta situación.
Las enfermedades no golpean a todos por igual. El lugar donde se vive y trabaja, el nivel de ingresos y otras dolencias influyen en la salud, algo que está sucediendo también con la covid-19. Algunos expertos plantean que estamos ante una sindemia y que, para afrontarla, la medicina no basta.
El informe ‘Científicas en Cifras 2021’ subraya la necesidad de tomar medidas para aumentar la presencia de mujeres en los puestos más altos de los organismos de investigación y de las universidades. También destaca que es preciso incentivar las carreras científicas entre las jóvenes.
Una encuesta en 30.000 hogares de nueve países de África, Asia y América Latina pone de manifiesto la caída de ingresos y las dificultades para acceder a los alimentos que la crisis derivada de la covid-19 ha generado en las zonas más empobrecidas.
Un estudio con más de 25.000 participantes de 21 profesiones STEM encuentra evidencias de que los trabajadores del colectivo LGBTQ sufren un trato discriminatorio, en detrimento de sus oportunidades laborales y de su bienestar personal.
Una investigación sobre graduados en ingeniería de EE UU indica que desde los primeros años de carrera ellas se valoran como ‘menos apropiadas’ para un puesto que ellos. En el estudio, las mujeres cobraban una media de 4.000 dólares anuales menos que sus compañeros. Trabajos anteriores han revelado que las mujeres en ciencia se autoevalúan peor y eso las perjudica para promocionar. Las expertas coinciden en que los estereotipos culturales en estas profesiones minan su autoconfianza.
Era una sospecha que ahora se confirma con datos. Estudios internacionales revelan que en la crisis sanitaria global las mujeres están haciendo menos investigación, también sobre el propio coronavirus. Esta marcha atrás en la equidad de género tiene importantes implicaciones para el avance de la ciencia. Entre las razones están la desigualdad en la carga de cuidados y en la distribución del liderazgo.