Investigadores de la Estación Biológica de Doñana-CSIC relacionan el cambio de tendencia con las características del territorio que habitan estos animales. El estudio señala la necesidad de adecuar las herramientas de gestión para la conservación del hábitat de la población de esta especie en peligro de extinción.
Un nuevo estudio revela que las grandes desapariciones de la megafauna hace entre 60.000 y 12.000 años se produjeron en los períodos de calentamiento del clima y no durante las grandes oleadas de frío, como se creía hasta ahora. Gracias a los análisis cruzado de ADN de restos fósiles con una nueva escala de temperaturas de la época, los científicos recalcan la importancia de los cambios meteorológicos, frente a la actividad humana, que influyó, pero en menor medida.