Molar inferior de 'Gigantopithecus blacki' estudiado con un tamaño de 13 milímetros. / Wei Wang, Theis Jensen.
Paisaje del área que rodea la cueva Chuifeng (China) donde fue encontrado el fósil. / Wei Wang
Un estudio, con participación española, ha recuperado la evidencia molecular más antigua sobre la evolución de los homínidos gracias a la reconstrucción de las proteínas del esmalte de un molar fósil del simio gigante extinto Gigantopithecus blacki de dos millones de años de antigüedad. Su análisis ha logrado resolver la duda de si perteneció o no al linaje humano.
Huellas de dinosaurios encontradas en varios países de Europa, muy similares a otras en Marruecos, sugieren que pudieron dispersarse entre los dos continentes por masas terrestres separadas por un mar poco profundo hace más de 145 millones de años.
Comparison between the two types of footprints. / Matteo Belvedere et al.
El hallazgo de fósiles de ojos de mosca de 54 millones de años de antigüedad ha revelado que un pigmento, al que han denominado eumelanina, está implicado en la visión de los ojos compuestos típica de los artrópodos. Este hecho supone que se deberá reevaluar lo que se conocía hasta ahora sobre la visión de los extintos trilobites, lo primeros con esta estructura compuesta.
Paleobiólogos españoles y franceses han descrito por primera vez el crecimiento del helecho fósil Weichselia reticulata a partir de restos excepcionales del Cretácico hallados en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca). Los resultados se han publicado en la revista PLoS ONE.
Un equipo español de científicos, liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, publica el primer estudio de un fósil neandertal hallado en el yacimiento de la Galería de las Estatuas en Atapuerca. Los investigadores revelan que se trata de una falange de pie de unos 100.000 años de antigüedad, por lo que es uno de los restos más antiguos de esta especie de toda la Península.
Un equipo internacional de investigadores liderado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont ha encontrado en el yacimiento del Vertedero de Can Mata, en Cataluña, el primer esqueleto fósil de una ardilla voladora, de 11,6 millones de años de antigüedad. Los restos confirman que la especie era de gran tamaño (de hasta 1,6 kilos), similar a la mayoría de especies de ardillas voladoras gigantes que viven en la actualidad en el sur de Asia.
Un experimento realizado en el Parc Natural de l'Alt Pirineu en Lleida ha permitido estudiar el comportamiento los carnívoros salvajes con sus presas para entender cómo modifican o dispersan los huesos, un dato de gran utilidad en los yacimientos arqueológicos. Los resultados demuestran que los pequeños carnívoros, como el zorro que fue muy habitual durante el Pleistoceno, son importantes agentes acumuladores y modificadores óseos, y pudieron producir grandes cambios en los yacimientos.