Empezó investigando los suelos y sedimentos en marismas, pero el impacto de los incendios que observó en su tierra natal decidió la orientación actual de su trabajo. Cristina Santín Nuño (El Bierzo, 1981) trabaja en la Universidad de Swansea (Reino Unido), en el grupo que lidera uno de los principales expertos a nivel mundial en los efectos de los incendios sobre el suelo, Stefan Doerr. Cuando contactamos con ella, estaba en plenos preparativos para acudir a su cita con un incendio en Canadá. Pero antes ha tenido tiempo para responder esta entrevista.
Investigadores de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) han estudiado en qué medida las plantas exóticas invasoras se ven favorecidas por el fuego en regiones mediterráneas. Sus resultados indican que la propagación de muchas gramíneas y algunos árboles aumenta con los incendios y, a su vez, incrementan la frecuencia de dichos fenómenos, como ocurre con los eucaliptos en Portugal y Galicia.
Los incendios forestales juegan un papel fundamental en muchos ecosistemas terrestres. Sin embargo, no se conocen muy bien cuáles son los factores principales que determinan los incendios en regiones altamente humanizadas. Esto hace que el impacto que tienen en estas zonas sea difícil de predecir.
Una investigación desarrollada en Canadá revela que la diversidad de especies vegetales en los sistemas ecológicos puede evitar que, cuando aparecen perturbaciones repentinas como fuegos o sequías, estos se colapsen. El trabajo aparece esta semana en la portada de la revista Nature.
Los resultados de un estudio reciente de la Universidad de Santiago de Compostela sobre huevos de chorlitejo patinegro han mostrado que, un lustro después de producirse la marea negra del Prestige, se dio un aumento inesperado de los niveles de hidrocarburos en la costa atlántica de Galicia. La contaminación, amplificada los años anteriores por la maniobra de alejamiento del buque, volvió a crecer debido a los numerosos incendios forestales del verano de 2006.
Incendio en Mato Grosso, Brasil, en 2006. Ese año se registraron fuegos de gran intensidad en el Amazonas.
Las poblaciones de tortuga mora (Testudo graeca), una especie calificada como vulnerable y con riesgo de extinción, son capaces de tolerar el paso de las llamas si se produce con una periodicidad de tres decenios o más. Sin embargo, las ‘benjaminas’ son más sensibles y desaparecen tras cada incendio. Así lo revelan investigadores españoles que han analizado el impacto del incendio de la Sierra de la Carrasquilla (Murcia) de 2004 en estos reptiles.
El incendio mató al 100% de las tortugas mora (Testudo graeca) menores de 4 años.