Investigadores de la Universidad de Cádiz han desarrollado un dispositivo que detecta la presencia de gasolina en un terreno incendiado tras las labores de extinción. El sistema identifica los compuestos inflamables en el laboratorio en menos de 15 minutos y puede ayudar a descubrir la posible intencionalidad de un fuego.
De todas las regiones de la fachada atlántica, solo en Galicia y norte de Portugal los fuegos son un problema muy grave que irá a más. En los últimos días se ha hablado de incendiarios, terrorismo ambiental y cambio climático; pero esas explicaciones pueden resultar simplistas. Biólogos que llevan décadas estudiando los incendios del norte peninsular identifican las verdaderas razones de esta oleada.
La sequía y el aumento de temperatura ya provocan sustituciones de especies, mayor aridez y riesgo de incendio, y menor fertilidad del suelo y disponibilidad de agua, entre otros efectos negativos. Una amplia revisión de estudios y registros de datos revela hay especies menos resistentes al cambio climático y que el impacto del cambio climático se agravará en las próximas décadas.
Los efectos del cambio climático y El Niño se recrudecen cada vez más en Latinoamérica. Los incendios ocurridos en Chile y las inundaciones de Argentina este año han reducido el número de colmenas y la población de abejas en estos países. Pero el impacto podría ser mayor entre los insectos nativos silvestres en el resto del continente, donde sufren con dureza las consecuencias del clima y de las acciones antropogénicas.
El fuego promueve que en muchos ecosistemas haya más variedad de especies animales y vegetales, porque crea una mayor diversidad de ambientes para vivir. Así lo señala un nuevo estudio publicado en Science. A pesar de ello, el efecto positivo del fuego sobre los ecosistemas no es universal y requiere un conocimiento profundo sobre las especies y el régimen de incendios de cada región. De este modo se pueden planificar estrategias de gestión del combustible, quemas controladas y supresión de incendios en todo el mundo.
Durante las próximas décadas, el riesgo de incendios en verano aumentará en la Europa mediterránea. Así lo revela un estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Barcelona. Según los científicos, se espera que el efecto directo del cambio climático que regula la humedad del combustible (sequías que causan grandes incendios) predomine sobre el efecto indirecto del clima precedente (condiciones previas más cálidas o frías) que determina la cantidad y estructura del combustible.
Un estudio de la Universidad de Córdoba determina cuáles son las mejores especies para evitar que las llamas alcancen las viviendas en los incendios que afectan a urbanizaciones y zonas rurales en mitad de la montaña. Según el trabajo, la tuya y el aligustre son las plantas que cualquier persona debería emplear en los setos de sus viviendas si quiere mitigar los impactos de las llamas en sus viviendas.
Cada mes llegan a la superficie de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico miles de toneladas de hidrocarburos aromáticos policíclicos, contaminantes procedentes del uso de combustibles fósiles, de incendios y de vertidos de petróleo. Así se desprende de las mediciones y experimentos realizados durante la expedición Malaspina. Estas concentraciones podrían afectar a largo plazo a los seres vivos oceánicos y la toxicidad podría generar alteraciones en la formación de aerosoles en la atmósfera marina.
José Antonio Peñas
La clasificación precisa del nivel de afectación por el fuego tras un incendio es fundamental para planificar la restauración de las zonas afectadas. Investigadores de Castilla y León han estudiado la mejora de los métodos de teledetección habitualmente utilizados para evaluar su gravedad y han diseñado nuevas versiones mejoradas de los índices que se emplean hasta ahora.