Un equipo de la estación experimental del Zaidín-CSIC han estudiado la evolución de las comunidades microbianas existentes en bosques mediterráneos afectados por incendios. La zona de investigación ha sido Lanjarón, en el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, que sufrió un gran fuego en 2005.
El incendio sigue activo y en propagación, en especial en el sector sur, donde se concentran los trabajos, y en la Caldera de Taburiente, de difícil acceso, con alrededor de 200 hectáreas del parque ya afectadas. Preocupan los efectos que puedan tener las altas temperaturas previstas para hoy.
La ciudad de Nueva York cubierta de humo por incendios a cientos de kilómetros, en Canadá, ha dejado imágenes inéditas de un cielo tóxico anaranjado. Se mantiene la alerta por la calidad del aire y han ardido hectáreas que superan cifras récord. En España conocemos bien el fenómeno de los grandes incendios, que se han adelantado y ya han causado este año estragos en Asturias desde marzo, o en Teruel y Castellón.
Solo en 2020 se detectaron en el Ártico siberiano 423 incendios, que quemaron unos tres millones de hectáreas. Esto provocó la emisión de 256 millones de toneladas de CO2, una cantidad similar a todo lo emitido en España durante un año, según un estudio liderado por investigadores españoles.
Un informe con datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico señala que, hasta el 28 de agosto, se ha quemado una superficie forestal total de 252.690 hectáreas.
Un informe de la Comisión Europea señala que el 64 % del continente europeo se encuentra en aviso o alerta por sequía, lo que aumenta el peligro de la expansión de incendios.
Imagen del 16 de agosto a las 12:36 captada por el satélite Copernicus. / Copernicus EU
Noches asfixiantes en zonas donde nunca lo habían sido, vientos extremadamente cálidos, intenso olor a humo, tensión en el ambiente mientras los vecinos tratan de organizarse para evitar que el fuego devore sus hogares. En el mejor de los casos, los bomberos ya están por la zona y se oyen aviones anfibios y helicópteros sobrevolando. Esta escena se está repitiendo en multitud de municipios este verano. Varias instituciones científicas hacen un llamamiento para la urgente gestión de los bosques en España.
Un estudio con participación española revela que el cambio climático aumenta la probabilidad de incendios forestales. El trabajo, que incluye análisis de datos de última generación con observaciones por satélite y modelos climáticos, señala que las acciones y políticas humanas desempeñan un papel fundamental en la regulación de los impactos regionales.