El Perfil Ambiental de España, presentado hoy por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, muestra, entre otros, que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron en 2018 un 6,2 % respecto a 2017, aunque aumentaron las de ciertos contaminantes atmosféricos. La superficie terrestre protegida aumentó un 2,5 % y la marina lo hizo un 2 % en 2019.
Un nuevo estudio internacional demuestra que los humanos utilizaron el fuego regularmente para limpiar pequeñas áreas abiertas en la selva de la Amazonia y, así, posiblemente atraer a grandes mamíferos hace unos 10.000 años. Sin embargo, los investigadores confirman que la deforestación es en realidad un fenómeno actual.
Un estudio colaborativo entre España y Portugal ha comprobado con modelos matemáticos que, si se cambia el tipo de paisaje, modificando la vegetación y promoviendo actividades agrícolas de alto valor natural, se reducen drásticamente las zonas quemadas.
Cuando Biruté Galdikas llegó para instalarse en las selvas de Indonesia, hace casi 50 años, apenas había información sobre Borneo y menos aún sobre sus habitantes más solitarios: los orangutanes. Hoy es la mayor experta mundial en su comportamiento y continúa, a sus 73 años, estudiando y defendiendo sobre el terreno la conservación de esta especie en peligro de extinción.
Las llamas en la Amazonia han puesto el foco de la comunidad internacional en una de las consecuencias más devastadoras del cambio climático: los incendios. El biólogo Lluís Brotons advierte de que no es un caso aislado y achaca gran parte de la responsabilidad a la deforestación. Más allá de la cuenca amazónica, el científico alerta de la aparición de focos en zonas sin apenas registro de incendios como Groenlandia.
En la relación del paisaje con el fuego están muchas de las claves para anticiparse a los efectos devastadores de los incendios. Convencidos de ello, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han caracterizado y cartografiado por primera vez con gran precisión las unidades territoriales de riesgo de incendios en una zona, el Sistema Central, y han desarrollado una herramienta para adaptar los mecanismos de prevención al peligro actual.
La Comisión Europea ha lanzado hoy I-REACT, una app gratuita para que los ciudadanos intercambien información sobre catástrofes como lluvias torrenciales, inundaciones o incendios. Además, informa a los usuarios sobre su grado de exposición a estas amenazas.
Un sustrato procedente de desechos de la industria papelera, cenizas de la quema de biomasa y lodos de la fabricación de cerveza podrá ser usado para la regeneración de bosques afectados por el fuego. Este nuevo material biodegradable, desarrollado por investigadores de la Universidad de Jaén, resulta más económico, sostenible y fácil de instalar en los terrenos quemados que los usados actualmente.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han desarrollado un dispositivo que detecta la presencia de gasolina en un terreno incendiado tras las labores de extinción. El sistema identifica los compuestos inflamables en el laboratorio en menos de 15 minutos y puede ayudar a descubrir la posible intencionalidad de un fuego.
De todas las regiones de la fachada atlántica, solo en Galicia y norte de Portugal los fuegos son un problema muy grave que irá a más. En los últimos días se ha hablado de incendiarios, terrorismo ambiental y cambio climático; pero esas explicaciones pueden resultar simplistas. Biólogos que llevan décadas estudiando los incendios del norte peninsular identifican las verdaderas razones de esta oleada.