A través de un dispositivo GPS, un equipo de investigadores ha seguido los pasos de diferentes especies de mamíferos, a escala global, en paisajes modificados por los humanos. Tras dos meses de rastreo por animal, sus resultados indican que cuando los entornos están modificados los mamíferos suelen recorrer distancias dos o tres veces más cortas que en su hábitat natural. Este hecho tiene consecuencias en la conservación de los ecosistemas y en las redes alimentarias.
Un mes después del incendio en el Parque Natural de Doñana en Huelva, la organización SEO/BirdLife revela en un informe que la pérdida de biodiversidad ha afectado a los 38 mamíferos característicos del parque como el lince ibérico, y a más de 70 especies de aves como el águila imperial ibérica. Además, se han visto afectadas 40 clases de plantas, algunas cuya supervivencia se ve gravemente amenazada tras el incendio.
El ébola, el VIH y el síndrome respiratorio agudo y grave son algunas de las enfermedades que pueden transmitir animales como murciélagos, primates y roedores a los humanos. Un nuevo estudio identifica los factores que influyen en este traspaso vírico y presenta mapas de localizaciones donde los mamíferos podrían generar nuevas amenazas para la salud de las personas en el futuro.
En la Reserva Ecológica Arenillas, el último remanente de bosque seco continuo en el sur del Ecuador, algunas especies de mamíferos como el ciervo o el puma están en peligro. La conservación de estos animales, que en muchas áreas de bosque seco ya no existen, depende del nivel de conexión de esta reserva con otras poblaciones. Así lo advierte en un estudio un equipo de científicos con participación española.
Devastadoras sequías y lluvias torrenciales que generaron enérgicas corrientes de sedimentos son las responsables de que hoy en Somosaguas (Madrid) exista un yacimiento paleontológico. Un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha averiguado cómo se formó la zona norte del depósito de fósiles, del que los paleontólogos ya han extraído alrededor de 6.600 restos de mamíferos como rinocerontes, caballos o ciervos primitivos.
Primates, murciélagos, roedores, ganado e incluso carnívoros son algunos de los mamíferos que transportan bacterias, virus y parásitos susceptibles de ser transmitidos a las personas. Para poder prevenir la propagación de estas infecciones, un equipo de científicos ha creado una serie de mapas en los que se aprecia un mayor número de enfermedades transmitidas a los humanos en zonas templadas que en los trópicos, a pesar de su mayor biodiversidad.
Hasta ahora se pensaba que los mamíferos macho producían espermatozoides de menor tamaño para aumentar su número. Pero un estudio demuestra lo contrario: no hay compensación entre número y tamaño de espermatozoides. Según los científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, la cantidad de energía que cada especie dedica a la producción espermática varía. Por esta razón, hay momentos del proceso de fecundación en los que podría ser más importante el número y en otros el tamaño de los espermatozoides.
Los restos de un mamífero de hace 125 millones de años, encontrados en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), han revelado las primeras pruebas evolutivas del pelaje en mamíferos. Este hallazgo fósil, llamado Spinolestes, lucía una melena de pelos largos y la espalda cubierta por espinas finas, como los actuales erizos.
No solo las aves y los reptiles ponen huevos para sustentar y proteger a sus crías hasta que eclosionan; anfibios, moluscos, insectos, peces, arácnidos e incluso mamíferos tienen sus peculiares formas ovaladas (o no) para crear vida. En el Día Mundial del Huevo, presentamos un particular ‘revuelto’.
Gracias al análisis de las plumas fósiles de aves o la piel de reptiles marinos, los científicos han podido determinar el color de estas especies extintas. Un equipo internacional de investigadores propone ahora por primera vez una técnica que permite, a través de la melanina de los restos óseos, detectar el color en los fósiles de mamíferos. El hallazgo permitirá determinar con precisión la coloración de estos vertebrados de hasta 300 millones de años de antigüedad.