Esta oceanógrafa que ha caminado por el lecho marino y ayudado a construir sus propios sumergibles aboga por cambiar nuestra mirada hacia los peces, tener empatía y comprender que cada uno es una criatura diferente, con una personalidad propia. Solo si dedicamos tiempo a observar y estudiar las especies acuáticas, podremos proteger los ecosistemas oceánicos y, en consecuencia, nuestra propia vida en la Tierra.
La digitalización y, concretamente, la inteligencia artificial no están muy extendidas en industrias tan tradicionales como la pesca. Sin embargo, esta última tecnología se utiliza ya para agilizar la obtención de datos y facilitar la toma de decisiones que favorezcan la sostenibilidad y la protección de los hábitats marinos.
Un equipo internacional ha creado el modelo 3D de una nueva especie de cetáceo arcaico, descubierta en la costa sur de Perú. Bautizado como Perucetus colossus, los autores calculan que su peso y tamaño pudo haber superado al de la ballena azul, hasta ahora considerada la criatura más pesada jamás registrada. Los hallazgos arrojan luz sobre la historia evolutiva de estas criaturas acuáticas.
El cambio climático podría ser otro factor decisivo para el crecimiento de estos organismos milenarios, según los investigadores. Está probado que si aumenta la temperatura del agua, al año siguiente, las medusas tienen más facilidad para reproducirse en la misma zona.
Un estudio con participación española, liderado por BirdLife International, señala al mar Mediterráneo y al mar Negro como las zonas del planeta en las que los petreles y las pardelas, uno de los grupos de aves marinas más amenazados, se enfrentan a un mayor riesgo de ingerir plásticos. Los resultados ponen de relieve la necesidad de mejorar la cooperación mundial para frenar este grave tipo de contaminación, cada vez más abundante.
La humanidad conoce los beneficios de las algas marinas desde tiempos inmemoriales, y hoy también se han introducido en la alta cocina. José Lucas Pérez Llorens, catedrático de Ecología de la Universidad de Cádiz, lleva años investigándolas y divulgando sus propiedades, además de trabajar con plantas acuáticas como el 'cereal del mar'.
Investigadores españoles han cartografiado y evaluado económicamente las reservas de carbono azul y el CO2 secuestrado por los sebadales de las Islas Canarias. Los resultados apuntan a que sus existencias están en descenso y que, si se sigue la tendencia actual, el coste en daños futuros se estima en 126 millones de euros.
Durante la era Messiniense y obturado el estrecho de Gibraltar, el mar Mediterráneo se evaporó casi por completo, hasta convertirse en un lago salado al que los ríos apenas podían regar. Ahora se conocen nuevos datos de la abrupta inundación que volvió a convertirlo en mar.
Un estudio liderado por el CSIC podría ayudar a prever episodios de llegadas masivas de estos animales marinos. Los resultados muestran que no son capaces de nadar contra las corrientes de agua, por lo que son arrastrados desde su origen hacia nuevos destinos.