Sabemos que estas hortalizas dulces se domesticaron varias veces a lo largo de la historia de la humanidad, pero seguimos sin conocer su origen. Y este no es el único misterio. Investigadores de todo el mundo buscan la manera de lograr variedades de diferentes aromas y tamaños, que soporten condiciones de estrés ambiental.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con distintos hospitales españoles, han desarrollado una nueva herramienta para el tratamiento de la alergia al melón. Se trata de un mutante del principal alérgeno de esta fruta que eliminaría los efectos secundarios de la inmunoterapia.
Científicos del CSIC han desarrollado un método para generar variedades de cucurbitáceas (que agrupa especies como el melón, el pepino, la sandía o las calabazas) resistentes a varias enfermedades virales. El método se basa en la silenciación de un gen propio de la planta, de forma que no se introduce ningún elemento ajeno a la propia especie, lo que reduce las posibilidades de que haya repercusiones inesperadas.
Científicos españoles han obtenido un borrador de la secuencia del genoma del melón. El hallazgo, realizado en el marco del proyecto MELONOMICS que financia la fundación Genoma España, abarca cerca del 80% del genoma y ha desvelado que el melón tiene un genoma de unos 450 millones de pares de bases en sus 12 cromosomas y los primeros datos apuntan que contiene unos 26.000 genes, un número similar al del genoma humano.
La secuenciación del genoma del melón es fruto del trabajo de 14 equipos de investigación.
Investigadores del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, un centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y del INIA, participan en el proyecto MELONOMICS de la Fundación Genoma para la secuenciación y anotación del genoma del melón.