Algunas enfermedades, el abuso de antibióticos y dietas poco saludables reducen la abundancia y supervivencia de las bacterias que favorecen nuestra salud. El desafío consiste en descifrar las interacciones entre las bacterias y nuestro cuerpo a fin de poder cultivar esos microorganismos beneficiosos para reponerlos a través de suplementos de nueva generación.
El jurado destaca la contribución de estos tres científicos a los enfoques que reconocen el papel imprescindible de las comunidades de microorganismos en la vida sobre la Tierra. Gordon es un investigador pionero en el estudio del microbioma humano, mientras Bassler y Greenberg han demostrado la importancia de la comunicación entre bacterias y su papel en las infecciones.
El vínculo entre las bacterias que habitan en nuestro intestino y los humanos es más fuerte de lo que se pensaba. El descubrimiento de hasta 60 cepas bacterianas diferentes estaría motivado por los desplazamientos que la humanidad ha llevado a cabo a lo largo de su evolución. Así, se demuestra que las personas poseen microbiotas específicas en función de dónde viven y su estilo de vida.
Este miércoles se han entregado en Madrid las bolsas de investigación del programa For Women in Science L'Oréal-Unesco a cinco científicas menores de 40 años, con proyectos en las áreas del cáncer, las anemias congénitas, la salud vascular y las enfermedades neurodegenerativas.
La inhibición de esta molécula reduce la acumulación de lípidos en la cavidad abdominal y el aumento de peso, a la vez que normaliza la composición de la microbiota intestinal. Este estudio, realizado en ratones, podría facilitar el desarrollo de mejores tratamientos contra esta enfermedad.
La exposición a la microbiota materna del recién nacido permite restituir los microrganismos beneficiosos en los partos por cesárea. Se necesitan más estudios para comprobar si esto se traduce en una protección frente al riesgo de enfermedades a corto y largo plazo.
La microbiota intestinal tiene el potencial de modificar aspectos muy relevantes de la salud humana, incluida la susceptibilidad al cáncer o la extensión de la longevidad.
Un estudio realizado en España concluye que, cuando la dieta es saludable, la presencia de obesidad no aumenta el riesgo de diabetes. Este hallazgo podría cambiar la estrategia dietética en pacientes prediabéticos hacia enfoques centrados en una alimentación más sana, en lugar de en la pérdida de peso.
Un nuevo estudio, liderado por investigadores del CSIC, identifica distintos grupos de bacterias que la madre transfiere a su hijo durante la gestación asociados a la dieta. La fibra, la proteína vegetal y los ácidos omega-3 ejercen un efecto significativo sobre el microbioma del bebé y contribuyen al desarrollo infantil en los primeros meses.
Seguir una dieta mediterránea durante un año potencia los tipos de bacterias intestinales relacionadas con el freno de la fragilidad y el declive cognitivo en las personas mayores, al tiempo que reduce las asociadas a la inflamación, según indica un estudio realizado en cinco países.