La elaboración de nuevos medicamentos que puedan reducir el número de pacientes afectados por muerte súbita cardíaca ha iniciado un camino esperanzador. Un equipo de científicos de la Universidad de Jaén (UJA) ha descubierto dos moléculas o microRNAs que, modificadas, podrán servir para fabricar fármacos que traten dos tipos de arritmia altamente asociadas a este tipo de muerte, en concreto las patologías conocidas como el Síndrome de Brugada y el QT largo.