Las cuarentenas escolares y las tareas domésticas están suponiendo una pesada losa, en especial, para las mujeres. La médica Carme Valls, autora del libro Mujeres invisibles para la medicina, alerta de los riesgos que esta sobrecarga está teniendo en su salud mental, ya maltrecha en un mundo sexista. La experta pide que se escuche a las mujeres y que se incluya la visión de género en la práctica médica y en toda investigación.
Por primera vez en la historia, dos mujeres comparten de manera exclusiva un premio Nobel de ciencias. Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna han recibido el de Química de 2020 por desarrollar “un método para la edición genética”, CRISPR. Esta es la historia de cómo dos investigadoras se encuentran en un congreso, hablan, se entienden, se ponen a trabajar juntas… y cambian el mundo.
Era una sospecha que ahora se confirma con datos. Estudios internacionales revelan que en la crisis sanitaria global las mujeres están haciendo menos investigación, también sobre el propio coronavirus. Esta marcha atrás en la equidad de género tiene importantes implicaciones para el avance de la ciencia. Entre las razones están la desigualdad en la carga de cuidados y en la distribución del liderazgo.
El confinamiento ha puesto al límite a las personas a cargo de niños y familiares dependientes, y las mujeres se llevan la peor parte. También las científicas. Los primeros estudios señalan que ellas están publicando menos y arrancando menos proyectos nuevos que sus colegas hombres.
Los efectos de la COVID-19 y el confinamiento son distintos para cada persona. En la carga de trabajo, la exposición a la violencia y la vulnerabilidad laboral hay diferencias de género; incluso en la proporción de voces autorizadas que opinan sobre esta crisis en los medios. Portavoces de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas alertan de que conocer estas diferencias es clave para saber dónde intervenir, ahora y en el futuro.
Cerca de 13 millones de toneladas de plástico llegan cada año a los océanos, pero poco se sabe aún sobre su impacto en los ecosistemas marinos. Esta investigadora ha recibido uno de los premios L’Oréal-UNESCO For Women in Science por estudiar sus efectos.
Un informe elaborado por el Ministerio de Ciencia e Innovación muestra que las mujeres ocupan puestos de menor rango a pesar de tener los mismos o más estudios que los hombres. En los sectores de alta y media/alta tecnología, ellas solo representan el 26 %.
La falta de datos sobre el cuerpo femenino hace que multitud de objetos estén diseñados para el 50 % de la población, con consecuencias que van desde la probabilidad de morir en un siniestro a los efectos secundarios de los fármacos. Esto es lo que explica la periodista y divulgadora británica en su nuevo libro.
Las llamaron ‘las trimates’. Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas revolucionaron la primatología en la segunda mitad del siglo XX. Desde entonces, esta disciplina se ha considerado un modelo de igualdad de oportunidades; sin embargo, las actuales investigadoras afrontan brechas similares a las de otros campos.