Desde hace unos años, las excavaciones que se están efectuando en las Coves del Toll (Toll y Teixoneres) de Moià (Barcelona) no dejan de proporcionar noticias. Si el año pasado la sorpresa fue el hallazgo del diente de un niño neandertal de hace unos 50.000 años de antigüedad, este mes el equipo que trabaja en dicho yacimiento ha recuperado, junto con más restos de dicho niño, otro diente, pero en este caso de un adulto de avanzada edad.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y el Instituto de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria han analizado los restos prehistóricos del yacimiento cántabro de El Cuco. Los resultados revelan que la población neandertal consumía recursos marinos, como lapas y erizos, en la costa del Golfo de Vizcaya hace unos 45.000 años.
Por medio del análisis de restos de leña conservados en dos yacimientos valencianos, un equipo de investigadoras ha constatado que los neandertales seleccionaban el combustible para encender fuego y producir humo para hacer ahumados de carne o pescado, tratar pieles o repeler a los mosquitos. En el estudio se ha analizado las alteraciones anatómicas producidas por hongos en la madera de las hogueras.
Un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha desarrollado una nueva técnica para detectar muestras de ADN neandertal, así como de varios mamíferos antiguos, en sedimentos de los yacimientos arqueológicos incluso aunque no se encuentren restos óseos en ellos. El avance permitirá aumentar el tamaño de esas muestras que antes estaba limitado a los restos conservados.
Un equipo de paleontólogos, con la participación del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ha realizado un estudio sobre los patrones de fractura ósea de restos fósiles de 50.000 años del yacimiento francés de Abri du Marás. El trabajo, que aporta información sobre los animales consumidos y su procesamiento, ha permitido explorar cuestiones sobre el aprendizaje y la transmisión de información entre grupos de neandertales.
Un equipo internacional de científicos, con la participación de varios centros españoles, ha descubierto un cráneo humano de 400.000 años, el más antiguo jamás hallado en Portugal y el más occidental de los restos encontrados en Europa. Según el trabajo, el fósil arroja luz sobre la evolución humana durante el Pleistoceno medio y sobre el origen de los neandertales.
Un estudio internacional, con participación de varios centros de investigación españoles, muestra que un neandertal de El Sidrón (Asturias), afectado por un absceso y un trastorno intestinal, ingirió un analgésico natural con ácido salicílico, el componente activo de la aspirina. El trabajo ha analizado el ADN de la placa dental conservada en diferentes yacimientos europeos y también revela su dieta.
El cruce entre neandertales y humanos modernos sigue reflejándose en la actualidad en la expresión de nuestros genes. Un nuevo estudio confirma que las secuencias de ADN neandertal aún influyen en la activación o desactivación de los genes de humanos modernos. Los científicos señalan en particular un gen neandertal que contribuye a reducir el riesgo de esquizofrenia, pero que influye en la altura de las personas.
Miles de huesos de animales enterrados en la cueva de Covalejos (Cantabria) revelan que neandertales y sapiens seguían estrategias de caza similares hace entre 45.000 y 25.000 años. La investigación, en la que participa la Universidad Complutense de Madrid, muestra cómo la cueva fue el lugar elegido por ambas especies para tratar las piezas cazadas y comer de forma recurrente.