Los neandertales poseían narices distintas a las de los humanos modernos por su forma y tamaño, pero su capacidad de adaptarse a climas fríos y secos no era tan diferente. Así lo demuestra la primera reconstrucción en 3D de la cavidad nasal interna de nuestros 'primos' ya extintos, que ha permitido comparar con simulaciones la dinámica de la respiración en ambas especies.
El análisis del genoma de una mujer neandertal –el segundo más completo hasta la fecha–, hallada en la cueva croata de Vindija, revela que los humanos modernos no africanos comparten entre el 1,8 y el 2,6% de ADN neandertal, un porcentaje mayor del estimado anteriormente. Los datos también demuestran que de los neandertales heredamos enfermedades como la esquizofrenia, la artritis reumatoide o los trastornos alimentarios, pero también los bajos niveles de colesterol que nos protegen de problemas cardíacos.
Los grupos de neandertales que hace sobre 60.000 años ocuparon el nivel Q del yacimiento de Abric Romaní (Capellades, Barcelona) dejaron importantes testimonios de sus actividades cotidianas. Así se demuestra con los trabajos de excavación que el Institut Català de Paleoecología Humana i Evolució Social ha desarrollado desde el pasado 8 de agosto.
Desde hace unos años, las excavaciones que se están efectuando en las Coves del Toll (Toll y Teixoneres) de Moià (Barcelona) no dejan de proporcionar noticias. Si el año pasado la sorpresa fue el hallazgo del diente de un niño neandertal de hace unos 50.000 años de antigüedad, este mes el equipo que trabaja en dicho yacimiento ha recuperado, junto con más restos de dicho niño, otro diente, pero en este caso de un adulto de avanzada edad.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y el Instituto de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria han analizado los restos prehistóricos del yacimiento cántabro de El Cuco. Los resultados revelan que la población neandertal consumía recursos marinos, como lapas y erizos, en la costa del Golfo de Vizcaya hace unos 45.000 años.
Por medio del análisis de restos de leña conservados en dos yacimientos valencianos, un equipo de investigadoras ha constatado que los neandertales seleccionaban el combustible para encender fuego y producir humo para hacer ahumados de carne o pescado, tratar pieles o repeler a los mosquitos. En el estudio se ha analizado las alteraciones anatómicas producidas por hongos en la madera de las hogueras.
Un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha desarrollado una nueva técnica para detectar muestras de ADN neandertal, así como de varios mamíferos antiguos, en sedimentos de los yacimientos arqueológicos incluso aunque no se encuentren restos óseos en ellos. El avance permitirá aumentar el tamaño de esas muestras que antes estaba limitado a los restos conservados.
Un equipo de paleontólogos, con la participación del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ha realizado un estudio sobre los patrones de fractura ósea de restos fósiles de 50.000 años del yacimiento francés de Abri du Marás. El trabajo, que aporta información sobre los animales consumidos y su procesamiento, ha permitido explorar cuestiones sobre el aprendizaje y la transmisión de información entre grupos de neandertales.
Un equipo internacional de científicos, con la participación de varios centros españoles, ha descubierto un cráneo humano de 400.000 años, el más antiguo jamás hallado en Portugal y el más occidental de los restos encontrados en Europa. Según el trabajo, el fósil arroja luz sobre la evolución humana durante el Pleistoceno medio y sobre el origen de los neandertales.